Las FARC pidieron el miércoles al gobierno de Juan Manuel Santos que acepte un cese el fuego bilateral en momentos en que se registra una escalada de la violencia en Colombia y cuando se cumplen dos años y medio del diálogo de paz en la capital cubana.
“Todo es cuestión de voluntad política“, dijo el rebelde Joaquín Gómez, cuyo verdadero nombre es Milton de Jesús Toncel Redondo, al leer un comunicado ante periodistas en el comienzo de un nuevo ciclo de las conversaciones de paz que las FARC y el gobierno colombiano adelantan en La Habana.
El martes Santos había dicho en Oslo, Noruega, que casi tres años de negociaciones comenzaban a ser demasiado largos y que “por eso estoy tan interesado en acelerar el proceso” de paz.
Las conversaciones de paz no pasan por su mejor momento y en Colombia se han multiplicado los ataques de la guerrilla. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) suspendieron el 22 de mayo el cese al fuego unilateral que habían iniciado en diciembre de 2014 después de un ataque del ejército que le costó la vida a unos 27 rebeldes.
Los representantes del gobierno de Santos no hicieron declaraciones antes de entrar a la sala del palacio de las convenciones de la capital cubana donde se realizan las reuniones.
El proceso entre el gobierno de Santos y las FARC comenzó en noviembre de 2012 y hasta la fecha los tres puntos en los cuales las partes han logrado un acuerdo parcial son los problemas de la tierra, la participación política de la guerrilla y el combate al narcotráfico.