* La producción fue desarrollada en el Laboratorio de Etnografía Sensorial de la Universidad de Harvard
México, 14 Sep (Notimex).- Como parte de la primera edición del ciclo Talento Emergente, la Cineteca Nacional incluye en su programación la película nepalí Manakamana, que pondera el tema de la fe a través de las historias que se desatan en un teleférico que atraviesa la extensa jungla de Nepal con peregrinos que se dirigen a adorar a una diosa ancestral.
Galardonada en el Festival de Locarno 2013, la segunda obra conjunta de Stephanie Spray y Pacho Velez se vale de 11 tomas sin cortes, filmadas en cuadro fijo y en formato de 16 milímetros, para convertir al espectador en un pasajero más de un pequeño teleférico.
De acuerdo con información difundida por la Cineteca, en la cinta, que tendrá funciones hasta el viernes en la Sala 2 Salvador Toscano, se puede apreciar a una pareja llevando un gallo; una americana y una nepalí que discuten sobre fotografía; dos músicos sarangi afinando y tocando sus instrumentos; un par de mujeres comiendo un helado a punto de derretirse, todos hacen su viaje sin advertir a la cámara que registra su traslado.
El atípico documental etnográfico fue desarrollado por medio del Laboratorio de Etnografía Sensorial de la Universidad de Harvard, un espacio que en pocos años se ha convertido en uno de los centros de producción de cine documental más prestigiosos, gracias al énfasis de experimentación técnica y profunda observación etnográfica en cada uno de sus proyectos.
La producción de Manakamana corrió a cargo de Lucien Castaing-Taylor y Véréna Paravel, directores del Laboratorio y realizadores del mutipremiado documental Leviathan (2012).
A decir de Spray y Velez, Manakamana es un experimento entre la ficción y el documental, pues en realidad cada pasajero fue seleccionado previamente y ambos directores realizaron el viaje con ellos.
A muchos de los personajes los escogimos de villas en las que yo había realizado filmaciones previas, porque ya confiaban en nosotros y ya estaban familiarizados con la cámara. Quisimos capturar una cierta tensión, diferentes grados de complicidad y la indiferencia que engendra, declaró Spray.