MADRID (AP) Las autoridades españolas cerraron varios talleres automovilísticos porque ofrecían servicios mecánicos y electrónicos para que los vehículos pasaran indebidamente las pruebas de emisiones contaminantes, mediante la alteración del funcionamiento de los motores en una manera similar al escándalo protagonizado por Volkswagen, informó la policía el sábado.
Debido a una denuncia, la policía descubrió ocho talleres en Madrid donde se retiraban los filtros de motores diésel y se reprogramaban los dispositivos computarizados para que las máquinas pudieran producir más potencia, abaratarles el servicio y al final engañar los equipos de pruebas de emisiones.
Los talleres cobraban a los clientes entre 100 y 200 euros (entre 112 y 224 dólares) a cambio de retirar los filtros de las partículas de diésel, lo cual mejora el rendimiento y reduce el costo del servicio, que puede alcanzar 1.200 euros (1.345 dólares).
Con la reprogramación de los dispositivos computarizados, las emisiones peligrosas emitidas por los motores alterados se volvían indetectables, dijo la policía en un comunicado.
La policía no aclaró de inmediato cuántas personas fueron arrestadas como parte de las investigaciones en marcha. A la fecha, la policía ha recabado suficiente información que deja entrever que más de 80 talleres en diversas partes de España ofrecen sus servicios para alterar el rendimiento del motor y para que pasara fraudulentamente las pruebas de emisiones.
Los investigadores descubrieron que algunos talleres se especializaban en el retiro de los filtros, cuya función es contener el hollín del diésel, mientras otros se concentraban en alterar los sistemas electrónicos de los vehículos.
Los motores diésel a los que se les retiró el filtro expulsan sus gases al aire sin que nada retenga las partículas emitidas, lo cual contamina la atmosfera considerablemente, según el comunicado.
La policía dijo en su comunicado que los dispositivos informáticos que reprogramaban las computadoras de los vehículos eran tan efectivos que hacía que la contaminación producida fuera indetectable a los equipos suministrados a los centros gubernamentales de verificación e incluso a los equipos especializados que han desarrollado los mismos fabricantes de vehículos.
Todos los servicios para alterar los resultados de las emisiones eran anunciados abiertamente en internet y en el interior de los talleres, según el comunicado de la policía que difundió el Ministerio del Interior.
Algunos talleres alteraban las computadoras de los vehículos que les eran enviadas por servicios de paquetería de manera regular.