Christie también informó que despidió a su subjefa de gabinete, Bridget Anne Kelly, “porque me mintió”. Kelly es la baja más reciente en un escándalo creciente que amenaza con afectar seriamente el segundo período de gobierno de Christie y probable postulación a la presidencia en 2016. Los documentos muestran que ella organizó embotellamientos para castigar al demócrata Mark J. Sokolich, alcalde de Fort Lee, por no haber respaldado a Christie para su reelección a fines del año pasado.
Los mensajes no implican directamente al gobernador, pero sí contradicen sus afirmaciones de que los cierres de carriles no eran una medida punitiva y de que su personal no había estado involucrado. Christie reconoció el jueves que eso era una mentira, porque su personal no le informó lo que había hecho. Indicó también que él “no estaba al tanto ni involucrado en este asunto, su planeación ni ejecución” y se sintió sorprendido por la “estupidez abyecta que se demostró”. De todas formas, señaló, él es responsable de lo ocurrido.
The Associated Press y otras organizaciones noticiosas obtuvieron el miércoles correos electrónicos y mensajes de texto en medio de una investigación sobre si los cierres de carriles que derivaron en los embotellamientos eran una represalia contra Sokolich por no respaldar a Chris Christie. “Es hora de que haya problemas con el tráfico en Fort Lee”, escribió Kelly en un mensaje a David Wildstein, un alto funcionario designado por Christie en la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.
“Entendido”, respondió Wildstein. Unas cuantas semanas después, ordenó el cierre de dos de los tres carriles que conectan Fort Lee con el puente George Washington por donde fluye la intensa circulación vehicular entre Nueva Jersey y la ciudad de Nueva York.