El gobernador del estado de Nueva Jersey, Chris Christie, se sumó hoy a la más de una docena de figuras que aspiran a obtener la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
Christie, que hace apenas tres años era considerado el más aventajado de los aspirantes republicanos a contender por la Presidencia del país, presentó su campaña con la promesa de que lucharía por la gente en medio de la indecisión de los políticos de Washington DC.
El candidato, de 52 años de edad, entró así a una competencia que alguna vez parecía dominar. Luego del liderazgo mostrado por Christie tras el azote del huracán Sandy en las costas de Nueva York y Nueva Jersey, la popularidad del gobernador era mayor a 70 por ciento.
La caída en las simpatías que atrajo Christie, sin embargo, se debió a su estilo agresivo y temperamental, que en un principio le había ganado adeptos, así como a escándalos de corrupción y malos resultados económicos.
De acuerdo con la más reciente encuesta del diario Wall Street Journal y del canal NBC, Christie es el aspirante presidencial con el mayor número de opiniones negativas entre los simpatizantes republicanos, tan sólo por encima del empresario Donald Trump.
En la presentación de su campaña, organizada en una escuela de Nueva Jersey, Christie prometió que de ganar la Presidencia podría restaurar a Estados Unidos en el lugar que le corresponde por derecho propio en el mundo, y restaurar el sueño americano para cada uno de nuestros hijos.