WASHINGTON (AP) La presión sobre China aumentó esta semana en cuanto a sus demandas por tener la mayor parte del estratégico Mar de la China Meridional. Primero, Estados Unidos envió un buque de guerra, en su desafío más directo a la construcción de una isla artificial por parte de Beijing. Luego, pese a las objeciones chinas, un tribunal internacional dictaminó que tenía jurisdicción en un caso presentado por Filipinas sobre reclamaciones marítimas.
Ninguna de estas acciones pareció disuadir a China, que busca afirmar su control sobre aguas ricas en recursos que considera vitales para su seguridad. Se espera que Beijing dé una mayor prioridad a lo que es visto como intereses estratégicos más que su reputación internacional.
Pero esto podría perjudicar los esfuerzos de China por ganar más respeto en la escena mundial en momentos en que emerge como una potencia económica y militar.
Estados Unidos, que ha tenido poco éxito hasta la fecha en su esfuerzo por ejercer presión diplomática sobre China en sus reclamos, espera que eso funcione. Recibió con agrado la decisión del tribunal y dijo que espera que Beijing acate la decisión final el próximo año.
Aunque el tribunal se fundamentó en una disposición de la Convención de la ONU de 1982 que Filipinas y China ratificaron, China ha boicoteado los procesos. El viernes, su ministro de Defensa declaró que la decisión sobre la jurisdicción era “nula e inválida” y que no tendría efecto vinculante para China.
El caso filipino, que fue presentado ante el tribunal en La Haya en enero de 2013, sostiene que las reclamaciones territoriales de China son inválidas bajo la convención señalada. El tribunal decidió el jueves que tiene jurisdicción en el caso.
El tribunal también examinará si un número de arrecifes y bancos de arena ocupados por los chinos incluida una isla artificial que fue bordeada por un buque de guerra estadounidense esta semana en una maniobra que irritó a Beijing generan o crean una reclamación de aguas territoriales y de una zona económica. Filipinas, un aliado de Estados Unidos, sostiene que no.
“El hecho de que el tribunal no rechazó jurisdicción sobre nada en el caso presentado por Filipinas, y que podría llegar a fallar en contra en todos esos cargos, trae incertidumbre y ansiedad para China”, declaró Bonnie Glaser, asesor senior para Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
En total, seis gobiernos de Asia tienen reclamos superpuestos sobre el Mar de China Meridional, una de las vías marítimas más ocupadas del mundo y un área rica en bancos de pesca y potencialmente con yacimientos de petróleo y gas. La construcción de arrecifes y bancos de arena en las disputadas Islas Spratly ha incrementado las tensiones.
Desde que se anunció en 2010 que Estados Unidos tenía un interés de seguridad nacional en resolver las disputas y mantener la paz y la seguridad en el Mar de China Meridional, Washington no ha logrado conseguir que Beijing modere su comportamiento. De hecho, ha ocurrido lo contrario. Cuando Estados Unidos llamó a China y otros demandantes a detener los reclamos de tierra el año pasado, Beijing pareció duplicar la construcción de pistas aéreas y otras instalaciones que podría tener uso militar.
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NOTA: Matthew Pennington cubre las situaciones Estados Unidos-Asia para The Associated Press en Washington. El periodista Jim Gomez en Manila, Filipinas, contribuyó.