Durante un acto en el palacio de La Moneda, Bachelet firmó la modificación que la semana pasada contó incluso con el voto de siete senadores de la oposición derechista, que por años rechazaron que sus compatriotas en el extranjero pudieran votar.
“Tras más de 20 años de discusión y de debates podemos garantizar un mínimo acto de justicia con todos nuestros compatriotas en edad de votar, residan donde residan, más allá de las razones que los llevaron a abandonar nuestra patria”, dijo la mandataria en su discurso.
Agradeció a todos los parlamentarios que desde el retorno a la democracia en 1990 y a través del tiempo, con sus proyectos y últimamente con sus acuerdos políticos, posibilitaron la reforma constitucional.
La derecha política rechazó por más de 20 años la sola idea de legislar para que los chilenos que vivían afuera pudieran sufragar pues durante más de una década la mayoría eran exiliados que habían huido de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). Pero con el paso del tiempo la situación cambió y hoy son más los que residen en el exterior por motivos laborales.
“Hoy podemos decirles compatriotas, se terminan las fronteras políticas, se termina una injusticia. Compatriotas, bienvenidos a construir en todo el mundo la suerte de Chile“, concluyó.
Los chilenos que viven en el extranjero podrán votar en la elección primaria y en la presidencial de 2017. No hay una estimación exacta de cuántos son los chilenos que podrán votar. Un censo de hace un par de años habla de poco más de medio millón y la mandataria aludió el miércoles a unos 800.000. Cerca de la mitad viven en Argentina.