El arzobispo chileno
fue criticado con pancartas el jueves en las afueras de la Catedral de Santiago, poco antes de su primera misa desde que fue nombrado cardenal por el papa Francisco, por su supuesta falta de acciones contra curas pedófilos.
Las pancartas de colores criticaron su actitud y la de su antecesor, Francisco Javier Errázuriz, por el encubrimiento de sacerdotes pedófilos, incluido Fernando Karadima, un cura que abusó de cuatro profesionales y que fue castigado a una vida de ostracismo por el Vaticano, tras décadas de presión de parte de los afectados.
El caso Karadima saltó a la opinión pública y al Vaticano sólo después de las dramáticas revelaciones de los abusados a la televisión.
Errázuriz tampoco escuchó a los profesionales y ocultó abusos de otros curas, incluidos los de un arzobispo y un cura, a los que envío al extranjero.
La manifestación pacífica o “funa” se expresó en coloridas pancartas sostenidas entre otros por uno de los profesionales abusados, Juan Carlos Cruz, un par de actores y un concejal, que señalaban: “No más abuso”, “No más encubrimiento”, “Errázuriz, Ezzati: encubridores”.
Un informe de la encuestadora Latinobarómetro de la víspera indica que Chile y Uruguay son los países de la región donde más disminuyeron los católicos.