Un total de 22 incendios forestales aún se encuentran activos en varios lugares de Chile debido, en parte, a la ola de calor que afecta a la zona central y sur del país, informó hoy el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.
El jefe de gabinete aseveró a periodistas que los 22 siniestros que no han sido controlados por las brigadas forestales y bomberos llevan destruidas hasta este sábado un total de siete mil 287 hectáreas de vegetación.
Agregó que este año han sido controlados un total de 57 incendios forestales, los que terminaron con mil 223 hectáreas de bosques nativos y otro tipo de vegetación.
En las últimas horas llegaron desde Argentina cuatro aviones que trabajarán en la extinción de los incendios que permanecen activos en las regiones de Valparaíso, a 120 kilómetros al noroeste de Santiago, y del Maule, 270 kilómetros al sur de esta capital.
Peñailillo comentó que los incendios “más complejos” son los que afectan a Casablanca, distante 79 kilómetros al oeste de Santiago, con 400 hectáreas consumidas, y Licantén, 274 kilómetros al suroeste de la capital chilena, con 200 hectáreas afectadas.
Las regiones del Maule y del Biobío, esta última distante 510 kilómetros al sur de Santiago, se encuentran bajo “alerta roja” debido a los incendios activos y a la posibilidad que se generen nuevos siniestros por el intenso calor.
Las altas temperaturas, que el pasado jueves llegaron a los 40.2 grados centígrados en la localidad de Llay Llay, 90 kilómetros al noroeste de Santiago, mantienen en alerta a las autoridades chilenas.
La ola de calor estará presente hasta este domingo entre las regiones de Coquimbo, 475 kilómetros al norte de Santiago, y del Biobío, con temperaturas máximas cercanas a los 35 grados centígrados, lo que aumenta el riesgo de incendios.