México, 17 Sep (Notimex).- A unos días de que la lucha libre cumpla 82 años de vida en México, miles de historias han surgido alrededor de este deporte-espectáculo, una es la de Ismael Ramírez, quien cumplió su sueño y un poco más, pues fue el doble de El Santo.
La lucha libre se veía en blanco y negro. Una ventana abierta permitió a Ramírez Cruz conocerla cuando era niño, enamorarse y comenzar a soñar, aunque la falta de tiempo le impedía entrenar, pues trabajaba 17 horas, de las 4:00 a las 21:00 horas.
Sin estudios ni preparación, cambió de trabajo con un horario más flexible, de 5:00 a 11:00 en un molino, lo que le permitió ir a la escuela y al gimnasio, donde estuvo cerca de seis años hasta completar una gran preparación y estar apto para subir a un ring.
No soy improvisado dentro del deporte, estuve con grandes maestros, el que me dio la licencia fue Tarzán López, entrené con Rolando Vera, con el Murciélago Velásquez. Empecé como el Molinero Cruz y Cachorro Ramírez, rememoró en entrevista con Notimex, en su gimnasio que atiende en el Centro de la ciudad.
Su carrera profesional (1960-1967) le permitió estar en la entonces Empresa Mexicana de Lucha Libre. Utilizó los nombres Pantera Blanca, Pancho Pantera y Rebelde Rojo, y cuando perdió la máscara la gente exclamó que se parecía a Charles Bronson, Ramírez fue el mexicano.
En su preparación hacía movimientos similares a los de El Santo quería ser como él-, lo que le permitió ser recomendado, pues se buscaba a alguien para hacer el doble del Enmascarado de Plata en películas y ahí inició otra gran etapa en su carrera.
Daniel Aldana me dijo una vez que luchaba como el profe. Luego le preguntaron que si conocía a alguien que se pareciera, me habló por teléfono, me puse su máscara y me mandaron a las pirámides (de Teotihuacán), había que subir corriendo y hacer un pleito arriba, así empecé y llegué con él.
Películas como Operación 67 y El tesoro de Moctezuma fueron algunas de las siete u ocho en las que participó, pero lo más importante es que La leyenda plateada le abrió las puertas de su casa, en una relación de respeto y amistad, iba a veces con mi esposa, convivimos con él, como familia.
Aunque cumplió su sueño de niño, ese de ser luchador, haber sido doble de El Santo es lo máximo para mí, es un personaje muy fuerte, conocido mundialmente, donde quiera lo conocían, pero ser luchador también fue bueno, dijo.
La lucha libre cumplirá 82 años en México el próximo 21 de septiembre, aunque tiene más de 15 años que el Charles Bronson mexicano dejó de verla, pues ahora los jóvenes hacen tombling acrobático, ojalá un día vuelva la lucha como antes, que se sienta que hay ese interés de ver a un gladiador.
No tengo nada con los muchachos actuales, pero están mal preparados, no llevan un buen entrenamiento, la lucha actual no debe causar risa, no es de payasos, hacen cualquier cosa un luchador y todos se ríen, expuso.
Así, en espera de que regrese esa época que le tocó vivir, atiende su gimnasio Charles Bronson Mexicano, donde se pueden apreciar fotografías de él en su etapa profesional y con El Santo, imágenes que alguna vez soñó y que quedaron plasmadas para confirmar que los sueños sí se cumplen.