Las instalaciones de la Unidad de Hospitalización Naucalpan de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) se verán beneficiadas por donativo de 100 mil dólares entregado por la embajada de Japón en México.
Carmen Fernández Cáceres, directora general de los CIJ y el embajador de Japón en México, Akira Yamada firmaron el convenio para la rehabilitación de las instalaciones de dicha unidad, dentro del marco de la asistencia financiera no reembolsable para proyectos comunitarios de seguridad humana en la representación asiática.
Fernández Cáceres resaltó que la ayuda que brinda el gobierno japonés a través de su embajada se usará para rehabilitar una de las dos unidades de hospitalización de Naucalpan con las que cuenta los CIJ en el Estado de México, la cual atiende a cerca de mil personas al año, en su mayoría jóvenes internados por diversas adicciones.
Se cambiará el techo de la unidad de usos múltiples, que sirve para hacer deportes básicamente, además se va a acondicionar una fuente y algunas otras cosas más para recibir los domingos a los familiares de los pacientes internados.
La funcionaria consideró como un gran reto la atención de las adicciones, debido a que el consumo del alcohol y la mariguana ha aumentado de manera preocupante en la juventud mexicana.
Al respecto, el embajador Akira Yamada resaltó que el apoyo tiene como objetivo apoyar a organismos no gubernamentales en el desarrollo social de la comunidad.
Es muy difícil atender a las personas con adicciones, por lo cual contribuimos al desarrollo de una sociedad sana, a través de la asistencia y la inyección de recursos no reembolsables que provienen de los impuestos pagados por el pueblo japonés, indicó el diplomático.
Destacó que entre México y Japón existe una amistad de más de 400 años que día a día se fortalece con convenios como el firmado este jueves.
A su vez, Isis Ávila Muñoz, presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el Estado de México, comentó que la suma de esfuerzos entre ambas naciones es la mejor manera de enfrentar a los verdaderos enemigos de la sociedad, que son las drogas y la violencia.