En los templos, arrodillados o de pie, los ministros de culto imponen la cruz en la frente de los asistentes, como un símbolo de penitencia.
En la Catedral de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa explicó que con esta práctica inicia el camino cuaresmal, en donde la Iglesia a partir de este Miércoles de Ceniza entra en un tiempo de reconciliación, de acercarse más a Dios.
Indicó que en el caso de la abstinencia de los viernes de Cuaresma no implica cambiar un platillo por otro, como es la carne por el pescado, sino sacrificarse en el comer y en el beber, todo esto para fortalecer el espíritu y luchar contra la tentación y el pecado.
A lo largo de la Cuaresma se preparan para los días Santos de la Semana Mayor y de la fiesta de la Pascua, agregó.
En el estado de Querétaro, miles de personas acuden desde temprana hora a los templos católicos ubicados en el Centro Histórico de la entidad, para escuchar misa y recibir la ceniza.
El vocero de la Diócesis de Querétaro, Saúl Ragoitia, dijo que “la imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la Tierra es pasajera.
El Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma y se celebra 40 días antes de la Semana Santa, por lo que los cristianos acuden a los templos para recibirla en la frente, bajo la sentencia de que “polvo eres y en polvo te convertirás”.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es tiempo de oración, penitencia y ayuno para los católicos, cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón”, externó.