El Día de la Victoria es una de las fechas trascendentales para la historia de Rusia, Europa y el mundo, tratándose de la victoria del ejército ruso en la Gran Guerra Patria en la invasión que planteaba hacer el ejército nazi y sus aliados, lo que significó un capítulo crucial y decisivo en la Segunda Guerra Mundial.
La guerra llegó a la entonces URSS la madrugada del 22 de junio de 1941, cuando la Alemania nazi invadió el terreno soviético rompiendo el Pacto de No Agresión que se había firmado con dos años de anticipación. Durante los siguientes meses se pudieron sumar a las operaciones Rumanía, Italia, Eslovaquia, Finlandia, Hungría y Noruega.
Lo que en un principio había sido considerada por los alemanes como “guerra relámpago” se convirtió en el mayor conflicto armado que se tiene registro en la historia de la humanidad y se prolongó por cuatro años.
El plan de Alemania para conquistar en pocos meses la URSS fue un rotundo fracaso por la gran resistencia que mostró el ejército ruso dentro de ciudades como Leningrado (hoy San Petersburgo), Kiev, Odesa, Sebastopol y Smolensk.
El conocido como Ejército Rojo cambió radicalmente el curso de la guerra al derrotar a las tropas invasoras dentro de las batallas de Moscú, Stalingrado (hoy Volgogrado), Leningrado, el Cáucaso y Kursk, y luego en las operaciones desarrolladas en Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Rumanía, Polonia y Alemania.
Las fuerzas alemanas sufrieron más de 8.9 millones de bajas, además de perder poco más del 75% de su arsenal bélico.
El Acta de rendición fue firmada a las afueras de Berlín el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 horas locales, aunque por la diferencia horaria se dio a las 00:43 en la URSS, hoy Rusia, por lo que el 9 de mayo es celebrada esta fecha.
Aquel 9 de Mayo, el entonces líder de la URSS, Iósif Stalin, pronunció un emotivo discurso y una hora después se dispararon 1,000 cañones con 30 salvas.