HARTFORD, Connecticut, EE.UU. (AP) Una demanda por homicidio culposo en Connecticut que se encamina a juicio abordará la cuestión del momento en que un feto puede ser considerado una persona para propósitos legales, lo que reaviva un debate habitualmente reservado a las discusiones sobre el aborto.
La médica Corinne de Cholnoky, de Stamford, especialista en obstetricia y ginecología, fue demandada por supuestamente causar la muerte de un feto en 2011. El jueves comenzará la selección de los miembros del jurado en el tribunal superior de Bridgeport.
Los padres, Melanie y Floyd Foster, interpusieron la demanda por homicidio culposo y negligencia médica en abril de 2013 afirmando que la médica rompió la membrana fetal de la mujer mientras trataba de remover un anticonceptivo intrauterino. El feto nació vivo después de 22 semanas de embarazo pero murió menos de dos horas después. El nacimiento y la muerte se produjeron 10 días después del procedimiento intrauterino.
Los demandantes acusaron de negligencia a de Cholnoky por no asegurarse de que Melanie Foster estaba embarazada antes de tratar de retirar el dispositivo.
No se pudo contactar al matrimonio en busca de declaraciones. Su abogado, David Slossberg, se negó a hablar.
El abogado de la médica, James Rosenblum, intentó que se rechazara el caso aduciendo que las demandas por homicidio culposo no son permitidas en los casos que involucran fetos no viables, lo que significa no desarrollados lo suficiente como para sobrevivir fuera del útero. También negó que su defendida hubiese incurrido en negligencia.
Rosenblum, que no quiso formular declaraciones, citó documentos judiciales de una decisión en 1973 de la Corte Suprema que legalizó el aborto hasta que un feto sea considerado viable, generalmente de 22 a 24 semanas.
El juez de la Corte Superior estatal Michael Kamp rechazó el argumento de Rosenblum en agosto y permitió que el caso se encaminara a juicio. El abogado notificó al tribunal que se propone apelar la decisión del juez.
De Cholnoky no respondió un mensaje en que se le pidieron declaraciones. En otra demanda que enfrenta, un jurado estatal en Stamford decidió en 2008 que la médica había aguardado demasiado para practicar una cesárea y otorgó 38,5 millones de dólares a los padres de un niño nacido con parálisis cerebral, una de las cifras más abultadas por negligencia médica en el estado.
Kamp señaló que los expertos médicos contratados por las dos partes de la demanda indican que el feto nació vivo.
“Cuando los médicos se refieren al nacimiento de un bebé, su vida y eventual muerte, uno llega a la conclusión de que el bebé era una persona y que esa persona murió”, escribió el juez.