El vocero presidencial Jay Carney explicó que según estos criterios, aún aquellas personas que han sido convictas de delitos menores de manera repetida caen en el radar de las prioridades establecidas por el ICE para conducir las deportaciones.
Recordó que durante 2013, 98 por ciento de la totalidad de las deportaciones del ICE cumplieron con una o más de las prioridades de deportaciones civiles de la agencia, aunque no detalló a que se refieren dichas prioridades.
Además de los criminales, las prioridades de la agencia incluyen a quienes trataron de entrar ilegalmente a Estados Unidos, reingresos ilegales y fugitivos de cortes de inmigración, explicó el vocero en conferencia de prensa.
Carney respondió así al ser cuestionado sobre un análisis del diario The New Cork Times a partir de cifras oficiales que mostró que las deportaciones se han centrado en personas sin antecedentes penales o que han cometido ofensas menores, y no en los criminales de peligro como ha insistido el mandatario.
De acuerdo con el diario, de las casi dos millones de deportaciones durante los cinco años de la presidencia de Obama, apenas 20 por ciento de estas involucran personas convictas de crímenes serios, incluyendo algunos relacionados con drogas.
Las cifras correspondientes a 3.2 millones de deportaciones conducidas en los pasados 10 años y obtenidas por el diario bajo una solicitud al amparo de Ley de Libertad a la Información, evidenciaron un marcado contraste entre el gobierno de Obama y el de su antecesor George W. Bush en este frente.
De acuerdo con estas, las deportaciones de inmigrantes indocumentados cuya mayor ofensa derivaron de infracciones de tránsito manejar bajo la influencia del alcohol o sin licencia de conducir- pasaron de 43 mil durante los cinco años del gobierno de Bush a 193 mil bajo Obama.
Carney hizo notar, por su parte, que 82 por ciento de los inmigrantes deportados el año pasado en el interior del país habían sido convictos de una ofensa criminal y 72 por ciento de estos lo fueron por ofensas de nivel 1 o 2, según la tabla del ICE.
De igual forma precisó que 93 por ciento de todas las deportaciones de no criminales realizados por el ICE involucró personas que cruzaron la frontera recientemente, infractores reincidentes de leyes de migración o fugitivos de cortes de inmigración.
Es importante recordar que bajo las leyes de Estados Unidos tratar de reingresar al país después de haber sido deportado constituye una felonía, de manera que esos individuos caen dentro de una de las prioridades del ICE, precisó.
Carney dijo que las cifras ponen de relieve la necesidad de aprobar una amplia reforma migratoria, insistiendo que Obama está profundamente preocupado del dolor que muchas familias sienten de la separación que sufren como consecuencia de un quebrantado sistema de migración.