Cardenales niegan haber realizado campaña para elegir al papa Francisco

Un grupo de cardenales negó el día de hoy, 1 de diciembre, haber realizado una campaña para alentar la elección del actual papa FranciscoJorge Mario Bergoglio, durante el último Cónclave que se realizó.

Se trata de los arzobispos Karl Lehmann, de Magunza (Alemania); eméritos de Westminster (Reino Unido), Cormac Murphy-O’Connor, y de Manilas-Bruselas (Bélgica), Godfried Danneels; así como el presidente emérito del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, Walter Kasper.

“Puedo declarar que los cuatro cardenales arriba mencionados niegan explícitamente esta descripción de los hechos”, precisó Lombardi en una declaración distribuida a los periodistas, como respuesta a la publicación de una biografía del Papa Francisco.

El libro “Tiempo de misericordia” (según su título en italiano), fue escrito por el periodista británico Austen Ivereigh y salió a la venta en estos días tanto en el Reino Unido como en Italia.

El texto, en un capítulo dedicado al Cónclave de 2013, estableció que la elección de Francisco fue producto de una estrategia orquestada por algunos cardenales, no sólo los cuatro ya mencionados sino también otros, como el estadunidense Sean O’Malley y el austriaco Christoph Schönborn.

Lombardi desmintió el particular al señalar que los purpurados negaron haber pedido un consenso previo al entonces arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio, para conducir “una campaña para su elección”.

“(Ellos) desean que se sepa que están sorprendidos y contrariados por lo publicado”, agregó el sacerdote jesuita.

Con estas palabras se refirió a un pasaje contenido en las páginas 404 y siguientes de la publicación, en la cual el autor estableció que “la iniciativa fue tomada por los reformistas europeos”.

“Algunos de ellos, como el cardenal Cormac Murphy-O’Connor, eran muy viejos para votar en el cónclave mientras otros, entre los cuales Walter Kasper (que tenía poco menos de 80 años cuando el trono de San Pedro quedó vacante), Godfried Danneels y Karl Lehmann, eran electores”, indicó.

“Ante todo se aseguraron el consenso de Bergoglio. Cuando le preguntaron si estaba disponible, respondió que consideraba que en un momento de crisis para la Iglesia ningún cardenal, donde se lo hubieran pedido, podía rechazar”, agregó.

El periodista reveló que Murphy-O’Connor le advirtió abiertamente de “estar atento” porque “era su turno” y él respondió en italiano: “Entiendo”.

“Después se pusieron a trabajar y giraron las mesas de las cenas de los cardenales para promover su hombre, afirmando que su edad, 76 años, no debía ser considerada un obstáculo ya que los Papas podían presentar sus renuncias”, abundó.

Este grupo de supuestos cardenales promotores de su colega argentino fueron calificados como “el equipo de Bergoglio” en el mismo libro, que ilustró cómo Murphy-O’Connor y O’Malley habrían sugerido su nombre al resto de los purpurados de habla inglesa durante una cena previa al cónclave.

Esta reconstrucción, llena de detalles hasta ahora desconocidos, abrió una crisis de baja intensidad en el entorno vaticano. Las primeras polémicas surgieron en sitios web católicos del Reino Unido, hasta orillar a la desmentida de Lombardi.

Algunos observadores han señalado que, de ser verdadero lo escrito por Ivereigh, los cardenales involucrados en el “acuerdo” habrían violado la constitución apostólica “Universi dominici Gregis”, promulgada por Juan Pablo II en 1996, y que rige el proceso para la elección de un Papa.

En su número 81, el documento prescribe expresamente que “los cardenales electores se abstendrán, además, de toda forma de pactos, acuerdos, promesas u otros empeños de cualquier tipo, que los puedan obligar a dar o negar el voto a uno o a algunos”.

“Si eso en realidad fuese hecho, incluso bajo juramento, decreto que tal empeño sea nulo e inválido y que ninguno esté obligado a observarlo; y hasta ahora conmino la excomunión a los transgresores de tal prohibición”, agrega.

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