Un guarda falleció en la balacera inicial y cinco reos murieron al resistirse a ser capturados durante el operativo de búsqueda posterior, explicó la policía. Un funcionario local que supuestamente sacó un arma cuando se topó con agentes es otra de las víctimas.
Antes del amanecer del miércoles, un grupo de más de 100 pistoleros fuertemente armados asaltaron la cárcel del distrito de Cotabato Norte, en la ciudad de Kidapawan, facilitando la mayor fuga de reos registrada nunca en el país. Kidapawan, en la región de Cotabato, está a unos 930 kilómetros (580 millas) al sureste de la capital, Manila.
Según el alcaide interino del penal, John Bongngat Jr., entre los atacantes habría miembros del ilegalizado Movimiento Islámico para la Libertad de Bangsamoro y de guerrillas escindidas del Frente Moro de Liberación Islámica, un grupo separatista musulmán en un país de mayoría católica y que firmó un acuerdo de paz con el gobierno. Ambas formaciones negaron cualquier implicación.
La esposa del funcionario local abatido negó que el hombre estuviese entre los asaltantes o ayudase a los huidos.
En la cárcel había 1.511 reos, incluyendo rebeldes que enfrentan cargos por asesinato por una serie de atentados en la provincia. Este fue el tercer ataque al penal provincial desde 2007.