El CannaCamp de 70 hectáreas (170 acres) en Durango, cuya inauguración está prevista para el 1 de julio, se presenta como la primera hacienda de vacaciones que acoge a los consumidores de cannabis.
El centro vacacional no suministrará marihuana a los huéspedes porque ello violaría la ley estatal. Pero se permitirá a los huéspedes traer sus porros y fumarlos.
Además de juegos y caminatas, se ofrecen sesiones de yoga y clases sobre el cultivo de marihuana.
“Aportamos un elemento de lujo a la aventura del campamento de verano infantil, en un hermoso marco donde los visitantes pueden disfrutar de la marihuana en un ambiente social seguro y cómodo”, dijo Joel Schneider, jefe del grupo empresario que opera el CannaCamp.
Los huéspedes se alojan en cabañas donde está permitido fumar en el porche, pero no en el interior. Los precios mínimos son de 395 dólares por persona por noche con un mínimo de tres noches.