Joseph Sparano, del Centro Médico Montefiore de Nueva York reveló en un estudio que muchas mujeres que sufren cáncer de mama en sus primeras etapas pueden evitar la quimioterapia sin empeorar sus posibilidades de vencer a la enfermedad; este hallazgo alejaría a las mujeres con cáncer de mama de los efectos secundarios de la quimioterapia y otros riesgos de salud.
El estudio patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer se centró en la clase más frecuente de cáncer de mama: en sus etapas iniciales; sin extenderse a los ganglios linfáticos; con receptores de hormonas positivos, lo que implica que el crecimiento del tumor se ve impulsado por estrógeno o progesterona; y no de la clase tratada con el fármaco Herceptin.
El tratamiento habitual es cirugía, seguida de años de un fármaco que bloquea las hormonas. Pero muchas mujeres reciben quimioterapia para matar cualquier célula cancerígena restante que pueda haberse extendido y que pueda iniciar un nuevo cáncer más adelante. Los médicos saben que la mayoría de estas mujeres no necesitan quimioterapia.
Se desarrolló una prueba que mide la actividad de los genes que controlan el crecimiento de las células, y otros que indican una respuesta probable al tratamiento con terapia hormonal. De las 10,253 mujeres que participan en el estudio, el 16% recibió una clasificación de riesgo bajo en la prueba, el 67% de intermedio y el 17% de riesgo alto de recurrencia. El grupo de alto riesgo recibió fármacos de bloqueo hormonal y quimioterapia. Las mujeres del grupo intermedio recibieron de forma aleatoria un tratamiento con los dos sistemas o sólo el hormonal. Los resultados de estos grupos no están listos todavía, ya que el estudio sigue en marcha.
Expertos independientes recomendaron la publicación de los resultados para el grupo de bajo riesgo, ya que estaba claro que añadir quimioterapia no mejoraría sus posibilidades.