Cancelan alerta de tsunami por terremoto en Chile, hoy 2 de abril de 2014

El terremoto provocó la muerte de seis personas que quedaron atrapadas en construcciones colapsadas o sufrieron ataques al corazón o caídas y heridas de gravedad a tres más. La presidenta Michelle Bachelet, que en las primeras horas de la mañana viajó a Iquique, dijo que las primeras horas del día permitirán dimensionar la magnitud real de los daños.

Las regiones de Arica-Parinacota y Tarapacá fueron declaradas zona de catástrofe lo que puso a dos generales a cargo del orden público, tras la fuga de más de 300 presas que escaparon poco después del terremoto de las 20.46 horas del martes, cuyo epicentro estuvo en el mar, frente a las costas de Iquique, 1.800 kilómetros al sur de Santiago.

El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, anunció por la madrugada que desde Santiago viajaron al norte un centenar de efectivos policiales antimotines que serán ayudados por un contingente militar para controlar la seguridad y el orden, mientras cerca de 100.000 iquiqueños permanecían al aire libre.

La policía dijo que no tuvo informes de saqueos en ninguna de las ciudades afectadas por el movimiento telúrico. Los vuelos comerciales al extremo norte siguen suspendidos y en el aeropuerto de Santiago 4.500 pasajeros esperan poder volar al norte.

El terremoto provocó deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras, además de la interrupción del servicio eléctrico y varios incendios en algunos comercios de Iquique y de Arica, 300 kilómetros más al norte de la zona del epicentro del terremoto.

En Arica, otra de las poblaciones cercanas al epicentro del terremoto, ocurrido a 99 kilómetros (61 millas) al noroeste de Iquique, los hospitales atendieron a pacientes que requirieron cuidados menores y algunas casas de adobe fueron destruidas.

El gobierno de Bachelet mantuvo la alerta de tsunami para la costa norte de Chile mucho después de que ésta había sido levantada en otras partes. La decisión fue apoyada por el Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico, con sede en Hawai.

El geofísico de ese centro Gerard Fryer dijo a The Associated Press: “cancelamos la alerta para todas partes, excepto para Perú y Chile. Consideramos que la costa de Chile todavía es peligrosa, por eso hemos mantenido la alerta”. Cerca de las dos de la madrugada, en un breve mensaje emitido casi cinco horas después de ocurrido el terremoto la presidenta anunció la declaratoria de zona de catástrofe.

Bachelet dijo que “el país ha podido enfrentar de buena manera estas primeras horas de la emergencia”. En Arica se registraron olas de 2,17 metros, mientras en Iquique llegaron a 2,55 metros. El movimiento telúrico también sacudió edificios en zonas cercanas de Perú y Bolivia y se sintió en la capital boliviana de La Paz.

Al momento se han presentado más de 60 réplicas del terremoto, algunas con una magnitud de 6,2 y 5,5 grados, según la información del servicio geológico de Estados Unidos. El único impacto en Estados Unidos podría ser de olas más elevadas en Hawai el miércoles, señaló el centro.

La Oficina Nacional de Emergencias de Chile dijo por la noche que se esperaba que una gran ola, producto del tsunami, golpeara las tres islas que conforman el archipiélago de Juan Fernández en el Pacífico, a 600 kilómetros al oeste del aledaño puerto de Valparaíso, pero las altas olas no llegaron.

Julio Leiva, jefe de la Corporación Nacional Forestal del archipiélago de Juan Fernández, dijo que informaron por radio de la emergencia a un grupo de 50 a 60 pescadores que se encuentran en la vecina isla Alejandro Selkirk, para que se pusieran a salvo del maremoto. Añadió que en Juan Fernández “todos evacuaron por sobre 30 metros de altura, aunque hubo, como siempre, unos pocos que no querían salir”.

Precisó que la isla esta sin energía eléctrica “por seguridad”, ya que en el terremoto de 2010 fueron alcanzados por un poderoso tsunami que mató varias personas. La única alerta que tuvieron los isleños entonces fue el toque de una campana por parte de una niña pequeña, lo que posibilitó que decenas de pobladores se salvaran.

El director de la oficina nacional de emergencia, Ricardo Toro, dijo que los pobladores de Iquique y Arica tuvieron que soportar un movimiento de tierra de 7 y 8 grados, respectivamente, que implica que es difícil que las personas puedan permanecer de pie.

Chile es uno de los países más propensos a terremotos del mundo. La actividad telúrica inició con un sismo de magnitud 6,7 el pasado 16 de marzo que causó una evacuación de más de 100.000 personas. Ningún tsunami se materializó y se presentaron daños menores. La costumbre ha hecho que los chilenos huyan hacia zonas altas apenas sienten un movimiento telúrico, lo que permitió salvar muchísimas vidas en 2010.

Un funcionario de la oficina de Defensa Civil de Perú dijo que se estaban realizando evacuaciones en las costas de ese país. El funcionario, que no dio su nombre, dijo que no había reportes inmediatos de daños. El policía Alejandro Rosado, en Tacna, ciudad de la costa peruana, dijo que no se presentaron reportes de daños ni heridos.

El 27 de febrero de 2010, cuando faltaban pocos días para que la presidenta Michelle Bachelet culminara su primer mandato (2006-2010), un terremoto de magnitud 8,8 y un posterior tsunami azotaron al país. Ese sismo y el tsunami ocasionó 526 muertos y 25 desaparecidos, destruyeron 220.000 viviendas y se llevaron muelles y complejos turísticos a la orilla del mar, lo que costó a Chile 30.000 millones de dólares.

El movimiento telúrico la encontró ahora cuando había retornado sólo hace 20 días al poder. El terremoto más fuerte registrado en el mundo también ocurrió en Chile, en 1960, con una magnitud de 9,5 y un saldo de 5.000 fallecidos.

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