Por Isabel Inclan. Corresponsal
Toronto, 27 Oct (Notimex). El antropólogo mexicano Raymundo Trejo afirma que en los nueve años que lleva viviendo en Canadá ha visto cómo los canadienses han ido adoptando la tradición de día de muertos.
Ya sea pintándose el rostro de calavera, poniendo una ofrenda a su difunto o asistiendo a las crecientes festividades de Día de Muertos, los canadienses y residentes de varias culturas comienzan a entender el culto a los muertos, asegura el antropólogo.
Cuando llegué a Canadá no vi nada de día de muertos hasta que supe de un evento en el Gardiner Museum, cuya directora trajo a artesanos mexicanos para montar una gran ofrenda, recuerda Trejo.
La tradición de Día de Muertos ha sido fomentada por los centros culturales como Harbourfront Centre, los museos y la misma comunidad mexicana, que se congrega para esta festividad.
Para cada celebración existen artistas que hacen calaveras y montan ofrendas, chefs que preparan comida mexicana, hay pan de muerto, talleres infantiles, películas alusivas, mariachis y baile folklórico.
En opinión de Raymundo Trejo lo que le ha dado mucho impulso a esta celebración entre los canadienses es el festival que desde hace siete años organiza un grupo de artistas visuales mexicanos, movido por Jesús Mora y Luis Rojas.
Ellos comenzaron hace siete años en su taller de arte a recrear esta tradición mexicana en Toronto con una intención noble y verídica, porque no les interesa que se vuelva una moda, sino que el canadiense adopte la tradición en sus hogares con su familia, agregó.
A esta celebración de día de muertos de la comunidad mexicana se han sumado artistas y promotores culturales latinoamericanos. Desde hace tres años la organizan el Colectivo Día de Muertos y el centro cultural Casa Maíz. El evento se ha ampliado en horas y en espacio.
La celebración de este año será el 31 de octubre la noche de Halloween y habrá danza azteca, baile folklórico, procesión con banda de viento, son jarocho, mariachis y viene como invitado el trío Tlacuatzin desde la huasteca veracruzana.
Raymundo Trejo es parte de este colectivo y ha ayudado a montar la ofrenda de muertos, cuyo colorido atrae la curiosidad de los canadienses.
El mexicano estuvo casado con una canadiense y explicó que al principio ella no entendía el símbolo de los cráneos, las velas y el papel picado, pero que poco a poco lo fue asimilando. Estamos separados, pero ella sigue poniendo un altar en su casa.
Desde hace cinco años, Trejo monta una ofrenda para el 1 y 2 de noviembre en una tienda de un amigo descendiente de aborígenes canadienses, al oeste de Toronto.
Esa ofrenda la he dedicado al general Emiliano Zapata, al escritor Julio Cortázar, a Diego Rivera, pero también a personajes importantes de la historia de Canadá, como Luis Riel, un indígena Metis que dio nombre a la provincia de Manitoba.
El antropólogo sostuvo que el Día de Muertos es una de las festividades más incluyentes que se pueda encontrar en el mundo.
No hay ninguna cultura o religión en el mundo que esté en contra de celebrar a nuestros antepasados, salvo los adventistas que no mezclan a los muertos con los vivos, pero entienden que es una manera de recordar a los antepasados y a los familiares fallecidos.
Añadió que esta inclusión ha sido la clave para que la festividad crezca y se reproduzca en diversos centros culturales tanto canadienses como mexicanos y latinos.
Los canadienses acuden a estas celebraciones para deleitar los sentidos con la comida, música, danza, comienzan a comprar artesanías como decoración. Se admiran de ver a los danzantes aztecas y son muy receptivos a este tipo de eventos.
Interrogado respecto al riesgo de la comercialización de la tradición de muertos, Trejo consideró que es difícil controlar esa mercadotécnica, pero resaltó que lo más importante es ver cómo la gente adopta la tradición según sus posibilidades.
La explotación económica del culto a los muertos es inevitable porque la tradición es atractiva por sus colores, sensaciones, sabores, es difícil ignorarla.
Señaló que el aporte cultural no necesariamente debe permanecer intocable, no debe impedir que la gente se involucre.
En la celebración del Colectivo Día de Muertos en el espacio cultural Wychwood Barns Artscape, han participado indígenas canadienses con sus cantos y tambores.
Los indígenas canadienses también honran a sus muertos, les ponen ofrendas, aunque no esperan que los muertos vengan porque saben que su espíritu está alrededor de las personas.
En la segunda mitad de octubre se celebran diversas festividades de Día de Muertos en Vancouver, Québec y Ontario, las principales provincias de Canadá.
Raymundo Trejo prevé que la tradición del Día de Muertos, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se extenderá por Norteamérica y el resto del mundo.
Como antropólogo no me preocupa que la gente comience a modificar algo de la tradición, eso me demostraría que la gente ha tomado el interés por el culto y lo adoptará a su manera.