Cameron manifestó en la Cámara de los Comunes que el presidente estadounidense Barack Obama y el mandatario francés Francois Hollande han urgido a Gran Bretaña a que se una a la campaña militar en Siria.
“Estos son nuestros aliados más cercanos y ellos quieren nuestra ayuda”, señaló. “Nosotros tenemos que golpear a estos terroristas en el corazón de su territorio. No hemos y no debemos eludir nuestra responsabilidad por la seguridad o entregarla a otros”.
Algunos legisladores antes escépticos dijeron que fueron convencidos, pero Cameron no ha anunciado aún una fecha para que la Cámara de los Comunes vote respecto a los ataques aéreos.
La Real Fuerza Aérea es parte de una coalición encabezada por Estados Unidos que está atacando al grupo Estado Islámico en Irak, pero no en Siria. Cameron ha sido renuente a buscar respaldo para ataques en Siria desde que legisladores votaron en 2013 en contra de su plan de lanzar bombardeos contra las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad.
Muchos británicos están cautelosos de ser arrastrados en otro conflicto de Medio Oriente después de las sangrientas y desordenadas guerras en Irak y Libia.
A inicios de este mes, la Comisión Selecta de Relaciones Exteriores del Parlamento dijo que ataques aéreos británicos serían “incoherentes” e ineficaces sin un plan para terminar con cuatro años de guerra civil en Siria.
Cameron respondió el jueves con una carta de 36 páginas, argumentando que Gran Bretaña debe actuar para negar al grupo Estado Islámico un “refugio seguro” desde el cual pueda planear ataques con decenas de víctimas, como la masacre del 13 de noviembre en París que costó la vida a 130 personas y lesiones a cientos más.