La legislación republicana fue aprobada en la noche por 223 votos a favor y 189 en contra en una votación que se resolvió prácticamente de acuerdo a las líneas partidistas.
Cambios de último minuto se granjearon el respaldo de conservadores acérrimos que un día antes habían obligado a los líderes del partido a retirar el proyecto de ley del piso de debates.
El proyecto incrementaría los gastos para la Guardia Nacional en la frontera y añadiría jueces de inmigración e instalaciones de detención. Hace cambios en las políticas de forma que los niños puedan ser deportados con mayor rapidez.
Pero como el Senado ya salió de vacaciones, el proyecto no tiene oportunidad de convertirse en ley.
Los demócratas consideran que se trata de una farsa, y el presidente Barack Obama ha dicho que tendrá que actuar por su cuenta al respecto.