El estado tiene unos 3.800 presos-bomberos sin delitos violentos en su pasado. Pero la cifra es inferior a los casi 4.400 de años anteriores, por lo que las autoridades penitenciarias están estudiando vías para aumentar estas cuadrillas.
El departamento de prisiones propone que, a partir del proximo año, puedan participar de la iniciativa condenados por delitos violentos si su nivel de peligrosidad se ha reducido tras años de buen comportamiento.
Funcionarios dijeron a The Associated Press que también busca poder incorporar a presos que todavía tengan pendientes siete años de condena, en lugar de los cinco exigidos en la actualidad.
Pirómanos, secuestradores, delincuentes sexuales, miembros de pandillas y otros con penas de cadena perpetua por asesinato y otros delitos quedarían excluidos de la iniciativa.