Las víctimas eran niños de familias pobres, algunos de apenas seis años, dijo la Agencia Penal Nacional británica el jueves. Las autoridades arrestaron a 29 personas, entre ellas 11 cómplices en Filipinas. Algunas eran familiares de las víctimas.
La policía dijo que la transmisión en vivo por internet de abusos sexuales de niños principalmente desde países en desarrollo es una “amenaza significativa y creciente”.
“Esta investigación ha identificado a ciertos abusadores sexuales sumamente peligrosos que creían que podían salirse con la suya al abusar de niños a pedido de los clientes”, dijo Andy Baker, subdirector del mando de protección infantil de la agencia.
“El hecho de estar a miles de millas (kilómetros) de distancia no afecta su culpabilidad”, añadió. “En mi opinión son tan responsables de los abusos que sufren estos niños como sus contactos en ultramar”.
La investigación comenzó en 2012 tras una visita policial de rutina a Timothy Ford, un abusador sexual registrado en Gran Bretaña. La policía halló varios videos obscenos en su computadora y avisó a los investigadores, lo que dio lugar a una pesquisa global que identificó a más “clientes” y miembros de la banda.
Las autoridades británicas, estadounidenses y australianas tuvieron la colaboración de la Misión Internacional de Justicia, un grupo no gubernamental. Las agencias presentaron sus datos a las autoridades filipinas para identificar a los culpables y sus víctimas.
La investigación, con el nombre clave Operación Emprendimiento, abarcó a 12 países, entre ellos Francia, Alemania, Suiza y Canadá. Ford y otras cuatro personas fueron condenadas en Gran Bretaña; Ford está cumpliendo una pena de ocho años y medio.
La agencia dijo que Ford pagaba para ver los abusos en vivo y tenía planes de instalar un café internet en Filipinas.
Ford y Thomas Owen habían discutido la posibilidad de viajar juntos a Filipinas. En un chateo por internet secuestrado por las autoridades, Ford, que se desplaza en silla de ruedas, había sugerido a Owen que fingiera ser su “cuidador” y que viajaran juntos a Filipinas para evitar ser descubiertos.
Owen, a quien se le secuestraron casi 4 millones de fotos obscenas de niños, fue condenado en julio a siete años de prisión.