El presidente de Brasil, Michel Temer, indagado por corrupción y lavado de dinero, está de nuevo bajo sospecha de soborno luego que se supo que la remodelación de la casa de una de sus hijas fue pagada por un intermediario.
La empresa Argeplan, propiedad de Joao Batista Lima, un amigo de Temer desde hace tres décadas, habría pagado el material de construcción para la obra de una mansión de una de las hijas del presidente, Maristela Temer, en un exclusivo barrio de Sao Paulo.
La prensa brasileña asegura que recientes búsquedas de la policía federal en las oficinas de Argeplan demuestran que fue el amigo del presidente quien desembolsó al menos 44 mil reales (unos 13 mil dólares) en la reforma de la casa de la hija de Temer cuando éste era vicepresidente.
Batista Lima fue citado por un ejecutivo de la empresa cárnica JBS como uno de los supuestos intermediarios de Temer para recibir dinero y contribuciones ilícitas a la campaña del mandatario.
Ricardo Saud, uno de los empresarios de JBS, dijo que pagó un millón de reales (unos 330 mil dólares) al amigo del presidente por orden del propio Temer.
El presidente brasileño vive su peor crisis al frente del Ejecutivo después de que el dueño de JBS, el empresario Joesley Batista, le acusara de recibir dinero ilícito de su empresa para campañas políticas y le grabara en una comprometedora conversación en marzo de este año en la residencia oficial del mandatario.
Se especula que en los próximos días la Fiscalía General de Brasil presentará denuncias contra Temer, que es investigado por asociación ilícita, lavado de dinero y corrupción.