Aquí nos encontramos con tres facciones criminales, lo que no acontece allí (en Haití). Las facciones de Maré son más numerosas y tienen mucho más armamento, munición y recursos financieros que los grupos que actúan en Haití, dijo el general Roberto Escoto. Escoto desarrolló durante medio año tareas de coordinación del Ejército brasileño en Haití entre 2004 y 2005.
El general, que recibió la misión de ocupar el complejo de 15 favelas de Maré con el fin de pacificarla y combatir el tráfico de drogas antes de la Copa del Mundo, aseguró que en apenas 12 días desde que el Ejército entró en la zona ha habido 20 incidentes armados entre traficantes y militares.
Aseguró que otro de los mayores desafíos de su tarea es lograr la confianza de la población local para profundizar en las acciones de desmantelamiento de la actividad criminal. Las facciones imponen el miedo y el terror, dijo en entrevista publicada este día por el diario Folha de Sao Paulo.
Dos mil 700 miembros de las fuerzas de seguridad iniciaron hace dos semanas una operación de ocupación del complejo Maré, un enjambre de chozas que se extiende por varios kilómetros y en el que viven 130 mil personas. Es una zona clave en la seguridad de la ciudad, pues colinda con la principal vía de conexión entre el mayor aeropuerto, Galeao, y el centro de la ciudad.
Brasil inició hace un lustro un programa destinado a controlar las principales favelas de Río de Janeiro (donde se mezclan inseguridad, tráfico de armas y droga, pobreza y exclusión social) por medio de la ocupación de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP). La misión de la UPP es reprimir el crimen al tiempo que debe establecer el diálogo con la población local.