La ministra boliviana de Comunicación, Amanda Dávila, dijo en declaraciones divulgadas por la estatal agencia ABI que la comisión “está formada por autoridades del Ministerio de Gobierno, Transparencia, Justicia y del Ministerio Público”.
La funcionaria explicó que los expedientes serán entregados a la Fiscalía de Brasil, “tras haber remitido esa documentación al gobierno de ese país anteriormente”. “En este caso se presentará la documentación a la justicia, a la Fiscalía, a esos organismos, porque el gobierno boliviano presentó a su par cuando fue oportuno, cuando nos dimos cuenta que no sabía la presidenta Dilma Rousseff qué caso era ese (de Roger Pinto)”, indicó.
Aseguró que la mandataria brasileña “no tenía antecedentes” acerca del caso del senador opositor, por lo que “ahí presentamos la documentación, pero esta vez es una presentación a otras instancias como el Poder Judicial y el Ministerio Publico”.
Dávila explicó que el gobierno del presidente boliviano Evo Morales está en la etapa de presentar las pruebas y los antecedentes de los procesos pendientes contra Pinto, para que el Consejo Nacional del Refugiado (Conare) determine si compete el refugio o no.
“Si Conare dice que el refugio del señor Pinto no es posible debido a que hay antecedentes en el área judicial en Bolivia, si dice que no compete simple y llanamente el gobierno de Brasil tiene que expulsar a Pinto y eso no es ningún pedido de extradición”, añadió.
La titular de Comunicación advirtió que en caso de que el Conare declare procedente el refugio de Roger Pinto, “entonces Bolivia presentará una solicitud de extradición” ante ese país. Pinto huyó de Bolivia el 23 de agosto pasado, tras haber permanecido casi tres meses en la embajada de Brasil en La Paz, para no someterse a la justicia ordinaria que lo sentenció en un sólo caso a un año de presidio por daños económicos al Estado por corrupción pública.
ABI recordó que, “según fuentes extraoficiales, Pinto salió de La Paz a bordo de un automóvil diplomático y militares brasileños lo acompañaron durante el viaje de 22 horas hasta la localidad de Corumbá, en la frontera con Bolivia“.