En Bolivia, el partido gobernante Movimiento al Socialismo y los sindicatos oficialistas han puesto en marcha un plan para reelegir a Evo Morales apenas ocho meses después de que el mandatario inició su tercer mandato, que le ha valido hasta ahora 10 años en el poder.
Dirigentes sindicales y políticos se reunieron este martes por la noche con ministros de Morales en el palacio presidencial para afinar un proyecto de reforma constitucional que será enviado a la Asamblea Legislativa la próxima semana, informó el miércoles el dirigente campesino Gustavo Aliaga.
Morales dijo que son las organizaciones sociales las que están impulsando su reelección y que está dispuesto a someterse a un referendo.
Entre los sindicatos que respaldan la iniciativa está la Central Obrera Boliviana, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia y los cocaleros, entre otros.
“El pueblo sabrá. No hay por qué tener miedo al pueblo. Lo más democrático es un referendo”, dijo en rueda de prensa el lunes el mandatario, que ya lleva una década en el poder.
Su partido controla dos tercios de los escaños del Legislativo y varios legisladores apoyan la propuesta, que de ser aprobada será sometida a un referendo.
Pero la oposición rechaza la iniciativa. “Eso de reelección vitalicia es monarquía y los bolivianos no queremos reyes”, dijo el expresidente Jorge Quiroga (2000-2001).
Quiroga le pidió a Morales que cumpla su promesa ante medios nacionales e internacionales unos meses atrás de que no buscará otra reelección y que se retirará a la región cocalera del Chapare, donde dijo que piensa abrir un restaurante turístico cuando concluya su gestión en 2020.
Una encuesta del diario Página Siete de La Paz en julio reveló que un 56% de los consultados rechazaba la relección del mandatario. Al iniciar agosto, otra encuesta de la red de televisión ATB sostuvo que 54% estaba de acuerdo con su reelección.
Morales se ha visto favorecido por una holgada economía por los buenos precios de las materias primas, aunque opositores y críticos dicen que el gobierno no supo aprovechar mejor la bonanza que ya comenzó a declinar.