Sin presentar solicitud formal pedí al jefe de Estado darme el indulto motu proprio. Tenía el deber moral de hacerlo. Yo no lo pedí (oficialmente) porque no me siento culpable, pues técnicamente no estaba en grado de cometer el delito por el que fui condenado, dijo.
En una entrevista con el programa televisivo Piazzapulita, de la televisora privada La7, Silvio Berlusconi insistió en que la sentencia definitiva que le fue inflingida por la Corte Suprema el pasado 1 de agosto se basó en una reconstrucción inaceptable en un proceso que llegó a una sentencia monstruosa y ridícula. El ex Cavaliere se dijo confiando en que la Corte europea de Derechos Humanos, ante la que impugnó la sentencia, le dará la razón.
El pasado 1 de agosto Berlusconi fue condenado a cuatro años de cárcel por fraude fiscal, pero gracias a su edad (77 años) y a la ley del indulto la pena quedó reducida a menos de 12 meses, que purgará realizando servicios a la comunidad en un asilo de ancianos.
Descartó que ello sea humillante, aunque consideró que es ridícula para el país la decisión de querer reeducar con los servicios sociales a un señor que ha sido varias veces responsable del gobierno y un político que en tres ocasiones ha presidido cumbres internacionales importantes como las del G-8.
Según el ex premier, será un placer trabajar en el asilo de ancianos de la localidad de Cesano Boscone, cercana a Milán, a donde deberá comenzar en los próximos días.
Dijo que descontar de es manera la sentencia por fraude fiscal no será ningún sacrificio. Probablemente terminaré por pasar ahí todo el día. Asimismo, reiteró que su condena es una sentencia política e inventada y una estrategia para excluirlo de la batalla política.
Silvio Berlusconi también atacó al primer ministro, Matteo Renzi y dijo que su Partido Democrático intenta arrebatarle el rol de reformador que en realidad le pertenece a él. Hay quienes intentan hacer pasar a Renzi como el modernizador del Estado, pero eso no lo podemos aceptar por que la modernización la hemos querido nosotros, apuntó.
Igualmente defendió al ex senador Marcello DellUtri, su estrecho colaborador desde hace más de 40 años, detenido en Líbano en espera de su extradición a Italia, donde el próximo 9 de mayo la Corte Suprema deberá decidir si confirma su condena a siete años de cárcel por asociación mafiosa. DellUtri es una persona decentísima. Ha sido torturado durante 20 años por acusaciones absurdas, aseveró.