Tlaxcala, 11 Oct (Notimex).- Para atacar a los aztecas, españoles y tlaxcaltecas construyeron 12 bergantines con madera de la región de Tlaxco, lo que fue una de las primeras formas de alianza bélica entre Europa y América, considerado parte del surgimiento del Día de La Raza.
La técnica bélica de los españoles aplicada a la construcción de las naves y la capaz mano de obra de los tlaxcaltecas, dio como resultado que estos fueran ensamblados y botados en diques construidos a lo largo del río Zahuapan, posteriormente desarmados y transportados por 5 mil tamemes (cargadores en náhuatl) hacía el lago de Texcoco donde una vez vueltos a ensamblar fueron utilizados para atacar a las tropas aztecas.
Miguel Ángel Meneses Ordoñez, historiador y guía del Palacio de Gobierno de Tlaxcala, dijo en entrevista con Notimex que el encuentro entre las cosmovisiones española e indígena, después de que Cristóbal Colón descubrió el 12 de octubre de 1492 lo que hoy es el Continente Americano, dejó en sitios como Tlaxcala una fusión de sabores en su cocina y nuevas amalgamas entre lo indígena y español.
Asimismo, un sincretismo religioso en el que cual se unieron las costumbres y tradiciones de ambos pueblos, al llevar a cabo la Evangelización de las nuevas tierras, indicó el historiador.
Explicó que la construcción de los bergantines fue una de las primeras formas de alianza bélica entre Europa y América, porque fue el primer equipo naval que recorrió las aguas de un río en la porción continental; se conforman diques, se prueban, se desensamblan y se llevan por medio de 5 mil tamemes (cargadores) hacia Tenochtitlan.
Los cargadores indígenas los llevan hasta el Lago de Texcoco, a donde son nuevamente ensamblados, calafatiados, y se ataca la Gran Tenochtitlan por agua, al mismo tiempo que se hacía por tierra, más tarde se rinden los aztecas, un viernes 13 de agosto de 152, día de San Hipólito.
Por eso es que el templo católico más antiguo en la ciudad de México está dedicado a este santo y tiene cedula de armas y cedula Pontificia, anotó el historiador.
Indicó que la llegada de los españoles “cambió la situación de los indígenas americanos pues independientemente de los encuentros bélicos, el contacto entre ambos pueblos los hermanó, haciendo lo que hoy la vox populi conoce como el Día de la Raza”. La raza, subrayó el investigador, es el hermanamiento entre ambos pueblos a través de la carne, del encarnamiento, por eso se dice que somos carnales”.
Por su parte, Willebaldo Herrera Téllez, titular del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC), indicó que la construcción de los bergantines es un aspecto cultural e histórico poco analizado.
Detalló que en el territorio de Tlaxco (hoy convertido en Pueblo Mágico) se dieron hechos importantes en el sentido antropológico e histórico.
Hablando antropológica y arqueológicamente, Tlaxco tiene una historia milenaria, ahí tenemos amplios bosques, y de esa zona se sacó la madera para construir los bergantines con los que los españoles derrotaron a los aztecas”, refirió.
Asimismo, de esos bosques se seleccionó la madera para elaborar, “el Cristo de Tlaxcala que se llevó en hombros hasta Bustamante, Nuevo León”, cuando se da la salida de familias tlaxcaltecas para poblar el norte del país a finales del siglo XVI, en el año de 159, evento conocido como la Diáspora Tlaxcalteca.
En este último aspecto, el gobernador Mariano González Zarur dijo en reciente evento público que la cultura tlaxcalteca está presente en entidades como Querétaro, San Luis Potosí, el sarape de Santa María del Río, tiene sus orígenes en Tlaxcala, y en Aguascalientes.
En Nuevo León, donde desde hace siglos tienen un Cristo de madera- que estuvo aquí e Tlaxcala, y que decir de Coahuila, donde 18 municipios fueron fundados por tlaxcaltecas.