Nosotros no nos movemos ni un sólo milímetro de nuestra posición inicial, que es (hasta el momento) que el Papa emérito no confirmó su presencia. Él ha sido invitado y sería muy bueno que él participase, pero debemos pensar en su edad, dijo Federico Lombardi.
El director de la sala de prensa de la Santa Sede salió así al paso de las noticias que daban por hecho la participación de Joseph Ratzinger en la canonización, prevista para la mañana del próximo domingo 27 de abril en la Plaza de San Pedro.
La víspera uno de los organizadores de la logística para la celebración y vicepresidente de la Obra Romana de las Peregrinaciones (ORP), Liberio Andreatta, dio por hecho en una conferencia de prensa que Benedicto asistiría. Será un momento único, histórico, por primera vez en la historia dos Papas serán declarados santos en una celebración con dos Papas vivos, que fueron creados cardenales por ellos, aseguró.
Pero este jueves Lombardi puso un freno y llamó a la prudencia, argumentando que Ratzinger no había decidido todavía. Existe el deseo que venga, si viene estaremos todos contentísimos, si no viene no tenemos el derecho de sentirnos desilusionados por una promesa no cumplida, aclaró.
Aunque el sacerdote jesuita consideró que todo debe ser parte de la sorpresa, recordó que Benedicto XVI ya se hizo presente en una ceremonia pública dentro de la Basílica de San Pedro, durante un Consistorio cardenalicio el pasado 22 de febrero. Aseguró que en esa ocasión decidió él mismo sentarse en el último puesto de la fila donde se ubicaron los cardenales obispos.
En caso de que el Papa emérito acepte participar combinará con el maestro de las ceremonias pontificias dónde su ubicará, dijo Lombardi el cual insistió en que todavía no se puede anunciar su asistencia.