Gante, Bel., 27 Nov (Notimex).- El tenista belga David Goffin cumplió con los pronósticos y se llevó el primer punto de la final de Copa Davis disputada entre su país y Gran Bretaña, sin embargo, debió emplearse a cinco sets ante la grata revelación del joven Kyle Edmund.
Con ambiente de fiesta en el Flanders Expo, inició la serie por la Ensaladera de Plata, donde por un momento se olvidó la tensión que azota a Bélgica y al mundo entero por amenazas terroristas, para gozar de dos horas y 47 minutos de una batalla dividida en dos capítulos y definida por parciales de 3-6, 1-6, 6-2, 6-1 y 6-0.
Durante la manga de apertura imperó la sorpresa y, hasta cierto grado, la incredulidad, pues Edmund arrancó con el pie derecho el primer partido de su naciente carrera en este evento, con 20 años de edad y ante la máxima esperanza de los locales.
Mientras el británico conectó 13 tiros ganadores, su adversario cometió 23 errores, muy nervioso e impreciso en los momentos de consolidar oportunidades de quiebre, rubro en el cual consumó uno de los cinco disponibles.
Por su parte, el nacido en Johannesburgo pero nacionalizado británico hizo daño al servicio rival en dos de tres veces fabricadas e inclinó la balanza a su favor.
Con ese envión anímico afrontó el segundo episodio, marcado por un desastroso desempeño de Goff al saque y, de nueva cuenta, con una alta cantidad de equivocaciones que lo pusieron al borde de la derrota.
Mientras el capitán visitante, Leon Smith, aplaudía sin cesar el temple de su novato pupilo, del otro lado algo cambió en la mentalidad de la decimosexta raqueta del orbe y para el tercer rollo saltó al polvo de ladrillo, decidido a defender el honor de casa.
El oriundo de Rocourt atacó en la devolución a su contrincante, poco a poco lo desestabilizó, le arrebató el servicio tres veces y colocó el 2-1 en el tanteador, además de que despertó la ilusión de una remontada a cinco sets, algo que jamás había conseguido en su trayectoria.
Con el público de vuelta, Goffin repitió la dosis de tres roturas y apenas cedió un punto con su primer saque, así que en tan sólo 34 minutos derrumbó el castillo construido por Edmund.
No hubo otra solución más que celebrar un quinto y definitivo episodio, en el cual el británico trató de recuperar el control del juego con un primer game prometedor, pero la confianza del belga fue tal que lo aplastó 6-0, de nuevo con tercia de breaks en seis chances y 11 golpes ganadores, algunos hasta con un toque de lujo.
De este modo, Goffin se desahogó de este bravísimo desafío con un grito y festejó con su banquillo, capitaneado por Johan van Herck, quien nunca perdió la confianza en su primer singlista.
El segundo punto de la serie y último programado en este viernes será protagonizado por el anfitrión Ruben Bemelmans contra el escocés Andy Murray.