Ban abordó el tema en un comunicado con motivo del Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, que se conmemora cada 24 de marzo en memoria del arzobispo Óscar Arnulfo Romero.
Romero fue asesinado en plena misa el 24 de marzo de 1980 en San Salvador, al principio de la guerra civil salvadoreña, tras denunciar la represión y las violaciones a los derechos humanos en su país.
Ban señaló que estas conmemoraciones desafían el intento de los asesinos de silenciar sus llamados a la justicia y refuerzan la importancia de apoyar con firmeza las libertades fundamentales.
Este día está dedicado también a honrar el recuerdo de todas las víctimas de graves violaciones de los derechos humanos y a apoyar a aquellos que promueven y protegen esas garantías básicas, agregó.
Subrayó que las víctimas tienen derecho a conocer la verdad, al tiempo que destacó que una sociedad informada sobre las libertades fundamentales y de cómo éstas se han violado es una salvaguardia vital para evitar que vuelva a ocurrir.
Recordó el apoyo que la ONU da a los esfuerzos para investigar violaciones de derechos, promover la justicia y las reparaciones a las víctimas y para reformar instituciones abusivas.
En este sentido, aludió a las comisiones de investigación puestas en marcha el pasado año para la República Centroafricana, Siria y Corea del Norte, entre otras iniciativas.
Finalmente pidió con motivo de este día una implementación vigorosa de todas las recomendaciones realizadas por comisiones de investigación y de la verdad respecto de graves violaciones de los derechos humanos y del Derecho internacional humanitario.