LOS ÁNGELES (AP) El Consejo Municipal de Los Ángeles aprobó el miércoles la apicultura urbana, con lo que revirtió una prohibición que se remontaba a 1879 y superó las preocupaciones de que dicha práctica atraiga a las agresivas colmenas africanizadas a la ciudad.
Una vez que el alcalde firme la orden, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos se unirá a Nueva York, San Francisco y otras que permiten la apicultura dentro de los límites urbanos.
Los Ángeles ya cuenta con muchas colmenas, algunas ilegales y otras silvestres. Hay quienes estiman que existen 10 colmenas silvestres por cada 2,5 kilómetros cuadrados (1 milla cuadrada).
Las colmenas salvajes que son descubiertas en zonas públicas suelen ser exterminadas ante la preocupación de que pudieran tener abejas africanizadas, híbridas entre la abeja de miel europea y una raza más resistente y agresiva.
Sin embargo, quienes trabajan con ellas señalan que, en general, las abejas únicamente atacan en defensa de la colmena, una postura que comparte un reciente informe de la ciudad.
La nueva orden restringe la apicultura a los jardines traseros de las viviendas unifamiliares, demarca zonas de protección y obliga a los apicultores a mantener una fuente de agua para las colmenas. Los aficionados también deben registrarse ante la Comisión de Agricultura del condado de Los Ángeles.
A algunos detractores les preocupa que la ley carezca de protecciones suficientes para los niños, que pudieran ser alérgicos a la picadura de abejas.
“Una persona puede tener colmenas en su propiedad a un par de metros de una escuela o un parque, en donde los niños juegan fútbol, y tampoco se delimita el tamaño de la colmena”, dijo Marcia Rozelle a la televisora KNBC-TV.
Quienes están a favor de la medida, incluidos los apícolas ilegales, argumentaron que la amenaza es exagerada y que estos insectos son polinizadores importantes y parte de un medio ambiente saludable.