Representantes de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos calificaron de “positivas” las conversaciones que mantienen desde el miércoles de esta semana en La Habana.
Las conversaciones del miércoles abordaron temas migratorios, mientras que las sostenidas este jueves fueron sobre los pasos a seguir para la reanudación de relaciones diplomáticas, reapertura de embajadas y colaboración bilateral.
La directora para Estados Unidos en la Cancillería, Josefina Vidal, encabezó la parte cubana de los diálogos, mientras que por Estados Unidos se presentó la secretaria asistente de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson.
Vidal aseguró que el diálogo se desarrolló en un clima respetuoso, profesional y constructivo, mientras la jefa de la delegación norteamericana lo calificó como positivo y productivo.
Ambas experimentadas diplomáticas admitieron que serán necesarios nuevos contactos, cuyas fechas aún están pendientes de definir, para continuar examinando los temas ante las profundas diferencias de criterios.
Jacobson explicó que debatieron en términos concretos y reales las medidas que hay que tomar para restablecer las relaciones diplomáticas y la apertura de las respectivas embajadas.
Vidal expuso que se revisó el estado de la cooperación en seguridad aérea y de aviación, respuesta a derrames de hidrocarburos, entre otros, e identificaron nuevas áreas como el enfrentamiento al narcotráfico, al terrorismo y epidemias como el ébola.
Ambas delegaciones intercambiaron sobre las posiciones diferentes entre las dos naciones en el tema de los derechos humanos, así como la cooperación en áreas de interés mutuo, indicó Vidal.
Aclaró que la palabra “presión” no fue utilizada por la contraparte al exponer sus preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en el país caribeño y reconoció que existen profundas diferencias entre los dos países en esa materia.