Aunque la temporada de ascenso al Everest no ha sido oficialmente cancelada, los guías y sherpas dijeron que parece cada vez más improbable que se realicen ascensos a la cumbre en la presente temporada desde la zona de Nepal.
“Muchos de nosotros creemos que no es este un buen año para escalar y nadie debería ascender por la montaña en forma alguna”, dijo Tenzing, un sherpa de 23 años que usa solamente un nombre, en una entrevista telefónica desde el campamento base. Agregó que 2014 es un “año negro” para el Everest. “La temporada escaladora tuvo un mal comienzo y no debería empeorar”, insistió.
El alud del viernes sacó a la luz el resentimiento por las compensaciones económicas de los sherpas, y el riesgo desproporcionado que corren para ayudar a los turistas que suben al Everest. Decenas de sherpas empacaron sus pertrechos y abandonaron la montaña, indicando que desean rendir tributo a los fallecidos y presionar al gobierno para que proteja sus intereses.
Adrian Ballinger, fundador y guía de Alpenglow Expeditions, dijo que él y la mayor parte de las empresas especializadas en la escalada del Everest decidieron cancelar su participación el miércoles por la noche. “Todos adoptamos la decisión de que no merece la pena de ir en contra del sentimiento de nuestros sherpas”, insistió, agregando que su cancelación fue debida al respeto a los sherpas de su equipo.
Una delegación gubernamental se reunió con los sherpas el jueves en el campamento base para persuadirles a que sigan trabajando. Aunque ambas partes dijeron que el encuentro calmó un tanto las tensiones, no hubo indicios de que pueda ser rescatada la temporada. Por lo menos seis empresas de expediciones cancelaron sus escaladas para 2014.