Funcionarios federales y del estado de Michoacán se reunieron hasta altas horas de la noche el martes con líderes de grupos de autodefensa que se enfrentan a un cártel del narcotráfico, pero la reunión terminó sin acuerdos.
Pero a pesar de negarse a entregar las armas, los líderes delas autodefensas parecían estar tratando de bajarle el tono a las tensiones. “Tenemos que ser discretos con nuestras armas y no andar con ellas de aquí pa’alla por los caminos”, dijo después de la reunión Hipólito Mora, agricultor que encabeza el grupo de autodefensa en La Ruana, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de deponer las armas.
El secretario de Gobernación (interior) Miguel Ángel Osorio Chong confirmó que las conversaciones se celebraron y que el gobierno estaba ofreciendo empleos de policía a miembros calificados de las autodefensas.
Estanislao Beltrán, portavoz de las autodefensas, dijo anteriormente que no les interesaban esas ofertas. “No queremos trabajo de policía. Estamos luchando por la libertad de nuestras familias”, dijo.
Las conversaciones se celebraron después que los soldados chocaron con habitantes del poblado de Antúnez, donde por se informa que lo menos dos hombres perdieron la vida en una confrontación que comenzó el lunes por la noche. Un video del choque transmitido por Milenio Television mostró una situación caótica en que habitantes furiosos de Antúnez tuvieron una escaramuza con los soldados y aparentemente trataron de arrebatar armas y equipo a por lo menos un soldado.
La agitación ocurre en una región de Michoacán llamada Tierra Caliente, una importante zona agrícola que produce limas, aguacates y mangos donde las autodefensas han tratado de sacar al cártel de los Caballeros Templarios. Después de un fin de semana de combates, el gobierno anunció el lunes que asumiría labores de seguridad en la zona.
Durante el martes, policías federales y soldados establecieron puntos de control en carreteras a pocos metros de donde las autodefensas habían levantado barricadas en las carreteras que llevan a los poblados controlados por las autodefensas, pero no hubo intentos de quitarles las armas a los civiles. Un oficial federal que no estaba autorizado a hablar con la prensa dijo que no tenía órdenes de desarmar a nadie ni tratar de tomar los poblados bajo control delas autodefensas.
Cientos de policías federales llegaron a Apatzingán, la principal ciudad de la región, en camionetas con ametralladoras instaladas en el techo, vehículos blindados y autobuses. Entonces se congregaron en la plaza municipal mientras los vecinos observaban. El reverendo Gregorio López, párroco de la diócesis católica de Apatzingán, observó la muestra de fuerza pero la desestimó al calificarla de “sólo una farsa”.
“Los policías que llegan de afuera no saben dónde están los delincuentes”, dijo López. “Sabemos de 10 almacenes donde hay hombres armados escondidos; ellos (los policías federales) no van a encontrarlos”.
Las autodefensas han rodeado Apatzingán, que se dice es un baluarte de los Caballeros Templarios. Hay rumores de que algunos grupos de autodefensa han sido infiltrados por el cártel rival Nueva Generación, lo que lo miembros de las autodefensas niegan rotundamente. Alejandro Hope, experto en seguridad y ex miembro de los órganos de inteligencia mexicanos, calificó de “desastre” la estrategia del gobierno en Michoacán.
Después de arrestar inicialmente a algunos integrantes de las autodefensas hace meses, el gobierno federal, bajo la batuta del secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, parecía trabajar con ellos. El ejército y la policía federal proporcionaban apoyo con helicópteros y patrullajes por tierra mientras los grupos de autodefensa atacaban al cártel, pero nunca intervinieron en los choques armados.
“La semana pasada estaban protegiendo a las autodefensas”, dijo Hope, director de políticas de seguridad del Instituto Mexicano de Competitividad. “El secretario Osorio prácticamente salió a decir que eran útiles… ¿y ahora los vas a reprimir a sangre y fuego?” Líderes de las autodefensas dijeron que estaban coordinando bloqueos de carreteras en las 17 municipalidades que controlan para evitar la entrada de soldados y la policía federal.
Felipe Díaz, líder de las autodefensas en Coalcomán, dijo que cerca de mil hombres, mujeres y niños ayudaron a bloquear la carretera principal hasta que soldados y decenas de policías federales se marcharon de la zona en cuatro autobuses y 15 camionetas. Seguimos brindando seguridad, estamos hablando con la gente, diciéndoles que todo está muy bien, que todo está tranquilo”, informó Díaz.