SEATTLE (AP) El compromiso de Chipotle de vigilar los ingredientes que usa desde la granja hasta la mesa, ha sido puesto a prueba por un brote de E.coli que ha enfermado a por lo menos 37 personas, la mayoría de las cuales comieron recientemente en uno de los establecimientos de la cadena en los estados de Washington y Oregon.
Los científicos informaron el martes que identificaron el microorganismo específico responsable que se cree llegó en un producto fresco como la lechuga o los tomates.
La cadena de restaurantes de comida mexicana cerró voluntariamente los 43 locales en los dos estados luego de que autoridades de salud les advirtieron sobre el creciente número de casos de E. coli de personas que tenían un factor en común: haber comido en Chipotle en las últimas dos semanas.
La cifra aumentó el martes de 3 a 12 posibles casos en el área de Portland y de 19 a 25 posibles casos en cinco condados cerca de Seattle.
El microorganismo específico responsable del brote es el E. coli O26, productor de la toxina shiga, dijo el epidemiólogo del estado de Washington, el doctor Scott Lindquist.
Actualmente se realizan más pruebas a muestras de desechos humanos y a cualquier tipo de E. coli encontrado en las muestras de alimentos, en busca de coincidencias de ADN. Eso debería indicar qué ingrediente fue el portador en los restaurantes, comentó Lindquist.
Se realizan pruebas a alimentos de seis restaurantes Chipotle vinculados al brote, y Lindquist dijo que será el miércoles que se determine cuál producto, en caso de que exista, resultó positivo al mismo microorganismo.
Las autoridades ya solicitaron a Chipotle que entregue información sobre sus proveedores de alimentos. “Realmente dependemos de una estrecha colaboración con Chipotle”, dijo la doctora Katrina Hedberg, epidemióloga del estado de Oregon.
En este caso debería ser más sencillo identificar al proveedor de cualquier producto contaminado que en otros brotes de intoxicación alimenticia. Chipotle utiliza un software de rastreo de una compañía llamada FoodLogiQ, con sede en Durham, North Carolina, y ha dejado en claro que promueve la transparencia, prometiendo a sus consumidores que pueden rastrear en tiempo real cada caja de ingredientes frescos desde la granja hasta su mesa.
“Idealmente, cualquiera de estos sistemas de rastreo debe ser de ayuda”, dijo Jaydee Hanson, analista de políticas en el Centro de Seguridad Alimenticia en Washington, D.C., una organización sin fines de lucro que promueve la seguridad alimenticia y la agricultura sustentable.
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Los reporteros de AP Gene Johnson en Seattle y Jonathan J. Cooper en Portland, Oregon, contribuyeron a este despacho.