Se ha registrado un atentado en Kabul que ha dejado al menos 90 muertos y un aproximado de 380 personas heridas dentro de una zona que era descrita como de alta seguridad, en la ual se encuentran varios edificios del Gobierno.
Talibanes se han desvinculado del evento que se ha dado lugar en pleno Ramadán, aunque hasta el momento el Estado Islámico no se ha manifestado al respecto.
El vehículo empleado para el atentado se trataba de un camión cisterna que el terrorista hizo estallar por la mañana después de que varios agentes de seguridad afganas le impidieron el paso a la denominada “zona verde”, la cual se trata de las más fortificadas del país.
Fuentes cercanas a la zona han explicado que la explosión se dio desde la zona de carga del camión y que esta misma tuvo lugar en una zona cercana a la embajada alemana.
La explosión ha causado diversos daños, además de las pérdidas humanas, esto dentro de un rango que llega a alcanzar casi los cinco kilómetros. Al menos 50 vehículos han quedado destruidos o por lo menos han sufrido daños a causa de la explosión.
Fuerzas militares, policiales, además de algunas fuerzas internacionales y numerosas ambulancias se han hecho presentes en la zona para poder apoyar a las personas afectadas por la explosión.
Las autoridades afganas han mencionado que los hospitales y centros de salud cercanos a la zona han recibido a los numerosos heridos que ha causado esta explosión.
El ministro de Asuntos Exteriores y vicecanciller de Alemania, Sigmar Gabriel, ha informado que este ataque ha provocado diversas heridas en trabajadores de la oficina diplomática y terminado con la vida de un agente de seguridad afgano que protegía la entrada del edificio.
Algunos trabajadores de la embajada de Pakistán en Kabul también ha sufrido heridas causadas por este atentado, así lo ha informado el Ministerio de asuntos exteriores de este país, el cual ha condenado el ataque y “el terrorismo en todas sus manifestaciones”.