La federación de siete reinos, fundada en 1971 en la península arábiga, dijo que las banderas ondearían a media asta durante tres días en recuerdo de los muertos en el ataque del martes en Kandahar, en el que murieron al menos 11 personas.
Por su parte, los talibanes negaron haber colocado la bomba en Kandahar, que también hirió al embajador de Emiratos en Afganistán.
“No hay justificación humana, moral o religiosa para el atentado y el asesinato de la gente que intentaba ayudar” a otras personas, indicó en Twitter el gobernante de Dubai, el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum, primer ministro y vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos.
El ataque en Kandahar golpeó una casa de huéspedes del gobernador provincial, Homayun Azizia, que también resultó herido. En el suceso murieron 11 personas, dijo Samim Khpolwak, portavoz de Azizia.
Las banderas en Emiratos ondearán a media asta en honor de los fallecidos, indicó el gobierno.
Los talibanes se atribuyeron antes otro ataque el martes en Kabul que mató al menos a 38 personas y dejó docenas de heridos. Sin embargo, el miércoles emitieron un breve comunicado acusando a una “rivalidad interna local” del atentado en Kandahar.