“Los buzos no pudieron sumergirse la noche del viernes ni la madrugada de este sábado debido a las corrientes rápidas en el mar y a las altas olas provocadas por los fuertes vientos”, señaló el portavoz del Servicio de Guardacostas, Ko Myung-suk.
Diecisiete días después de que el ferry Sewol se hundió, más de 100 buzos estaban en estado de alerta, a la espera de que la marea disminuya su fuerza. Los equipos de rescate tienen que buscar a tientas en el interior de la nave sumergida, apoyados por cuerdas que los guían a una profundidad de 40 metros.
Park Seung-ki, portavoz del Ministerio de Océanos y Pesca, dijo que se encontraron materiales de las camas de la nave a 30 kilómetros del desastre del pasado 16 de abril cuando se hundió la nave con 476 personas a bordo, reportó la agencia de noticias Yonhap, de Corea del Sur.
Conforme pasan los días, los efectos personales y los restos de la nave se han visto cada vez más lejos, lo que alimentó las preocupaciones de que las fuertes corrientes pudieron haber barrido algunos cuerpos a mar abierto.
Los familiares de los desaparecidos insisten en que todos los cuerpos se recuperen antes de intentar sacar a flote el ferry hundido de más de seis toneladas. El Sewol transportaba a más de 300 menores de edad de la escuela secundaria de Danwon en la ciudad de Ansan, al sur de Seúl. Sólo 174 personas fueron rescatadas con vida.
El capitán, que junto a 14 miembros de la tripulación fueron detenidos acusados de varios delitos, fue uno de los primeros en abandonar el barco sin prestar ayudar a los pasajeros como lo establecen las normas marítimas internacionales.