* El artista francés interviene fachada de casa de subastas en el marco del Año Dual México-Reino Unido
Por Manuel Bello Hernández
México, 3 Oct (Notimex).- Para el artista francés, radicado en Reino Unido, Antony Ward, pintar es igual que cocinar, es como tener un receta en donde al ver los ingredientes, los preparas y al final cocinas tu obra, así que los cocineros, somos los mejores artistas.
Entrevistado a propósito de la intervención artística que realizó a la fachada de la Casa de Subastas Morton en Lomas de Chapultepec, de esta capital, el creador consideró que la comida nutre el cuerpo y el arte el alma.
Antony Ward realizó una residencia en México y ahora realizó una obra en la fachada del inmueble situado en el número 179 de la calle Monte Athos, que ahora luce un despliegue multicolor de formas explosivas.
En el marco de las actividades del Año Dual México-Reino Unido 2015, el diseño de Ward obedece a la intención de Morton de renovarse y presentarse ante el mundo con una imagen fresca y renovada de cómo vender arte.
Se trata de una pieza elaborada en vinil pegable, de ocho metros de largo por seis de ancho, en donde plasma diversos colores, siendo un enorme circulo en tonos grises y negros, el elemento principal situado justo en la entrada del edificio.
Hago el fondeo con un punto focal dirigido en la entrada del edificio y yuxtapuesto, refleja una explosión de colores y texturas como negros y grises. Se acompaña de un símbolo de infinito compuesto con turbinas de auto-lavado, dijo.
El obra, a decir del artista, forma parte de una serie que realizó en 2011 en la Bienal de Lyon en Francia y que hoy continúa por México, ofreciendo visualmente una colorida y llamativa conexión pictórica.
Soy un pintor y la forma en que pienso, hago mi trabajo. En la pintura planteo escenarios inventados y las fachadas tienen que ver con el impacto visual.
En el caso de la fachada es un arte decorativo y tiene que ver con resaltar ciertos aspectos arquitectónicos de ella, en este caso el punto focal que se dirige en la parte central del edificio, dijo.
Cuenta que para la realización de su obra, primero hizo un dibujo vectorial y luego lo traslado photoshop, convirtiendo un trabajo de imagen digital para luego llevar los archivos a un impresor de vinil de corte ruedo, resistente, para finalmente adherirlos al muro del inmueble.
La idea viene de proyectos anteriores y lo comparo con una receta de cocina donde cocinas algo y no necesariamente te aprendes la receta, pero recuerdas ingredientes que han funcionado y los empleas en proyectos nuevos, concluyó.
A la par de esta intervención, el artista participará el próximo 8 de octubre en una subasta en dicho recinto con una obra titulada The groping city, cuyo precio oscila entre los 10 y 20 mil pesos.