El hermano de Angel Aguirre, así como la familia del gobernador del estado de Guerrero, fueron señalados por las autoridades por supuesto desvio de recursos públicos.
Carlos Aguirre y al menos cinco ex funcionarios del estado o familiares de Aguirre están acusados de malversación de más de 287 millones de pesos (19 millones de dólares) de agencias del gobierno, al parecer en sobornos por contratos de construcción.
Los sospechosos están siendo detenidos por cargos de lavado de dinero y por presunto desvío de fondos públicos a cuentas de bancos privados entre 2012 y 2014.
Aguirre pidió licencia para ausentarse el 23 de octubre, casi un mes después del secuestro de 43 estudiantes de magisterio por parte de la policía local en la ciudad de Iguala, Guerrero. La Procuraduría Federal de la República señala que la policía entregó a los 43 hombres a un cartel de narcotráfico, el cual los mató e incineró los cadáveres.
Aguirre fue acusado rápidamente de tolerar un elevado nivel de corrupción en su estado que permitió las desapariciones.
El ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa fueron arrestados y presuntamente tienen vínculos con la organización de narcotraficantes.