BUENOS AIRES (AP) El gobierno argentino presentó el martes el proyecto de presupuesto para 2016 que prevé un crecimiento de 3% y una inflación de 14,5% y con el que, según dijo el ministro de Economía, no pretende condicionar al presidente que asuma el 10 de diciembre.
El ministro Axel Kicillof presentó ante una comisión de diputados el plan de gastos y egresos, el último de la administración de la presidenta Cristina Fernández, que no contempla cambios en las políticas tarifarias y de subsidios. La mandataria no participará en las alecciones del 25 de octubre porque no está habilitada para un tercer mandato consecutivo.
“No hay intención de condicionar al gobierno que viene” el cual podrá hacer “las modificaciones que se crean convenientes” en caso de que por el resultado de las elecciones el oficialismo pierda el control de ambas cámaras parlamentarias, señaló Kicillof.
El ministro también indicó que el tipo de cambio promedio previsto para 2016 es de 10,60 pesos por dólar. El dólar oficial cotizaba el martes en 9,37 pesos mientras que el que se vende en el mercado ilegal lo hacía en 15,70 pesos.
Los presupuestos de los últimos años fueron aprobados gracias al peso del oficialismo ya que la oposición cuestionaba que el cálculo de la inflación estuviera subvalorado y el de crecimiento sobreestimado. La subida de precios es una de las mayores preocupaciones de los argentinos, según las encuestas.
Economistas privados estiman que la subida de precios en 2015 será de al menos 26% y el gobierno cree que estará alrededor de 20%, aunque el presupuesto de 2015 estimaba 15,4%. Los privados indicaron que en agosto la inflación interanual fue de 26,60%, mientras que datos oficiales la calcularon en 14,7%.
Opositores critican la política actual de subsidios a la energía y al transporte y el excesivo gasto público, que ha aumentado el déficit fiscal.
Kicillof también dijo que Argentina crecerá este año 2,3%, lo que se contradice con algunos cálculos privados que estiman entre medio punto y un punto de crecimiento.
Asimismo el funcionario valoró que el país no sufriera “megadevaluaciones” ni se lo haya visto “arrodillándose” ante los organismos de crédito y los fondos especulativos que le exigen montos millonarios por bonos en cese de pagos desde 2001.
La intención del oficialismo es lograr la aprobación del presupuesto antes de noviembre.