“¡Claro que hizo bien Daniel Scioli en no estar ahí!”, dijo a periodistas el jefe de gabinete de ministros Aníbal Fernández. “Era mucho más saludable estar en la casa con el osito, mirando televisión en la casa, que ir a ese show mediático que no ofrecía absolutamente nada a la sociedad”.
Scioli, candidato del Frente para la Victoria, la corriente de centro-izquierda del peronismo que gobierna Argentina desde 2003, era objeto de duras críticas el lunes por su ausencia en debate que se promocionó como el primero en la historia de la política argentina.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires en un principio se había comprometido a participar pero luego cambió de opinión justo cuando algunas encuestas vaticinan que acaricia el triunfo en primera vuelta, para lo cual debe conseguir al manos 45% de los votos o 40% o más y una diferencia de al menos 10 puntos sobre su inmediato perseguidor.
“Fue una presentación de candidatos en un debate paupérrimo, fue una presentación de candidatos sin ningún tipo de formación ni política ni manejo del Estado”, apuntó Fernández, también candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Pese a que Scioli había anunciado hace varios días que no asistiría, los organizadores del debate colocaron un atril vacío junto a los otros cinco postulantes, los que aprovecharon la ocasión para cuestionar la actitud del oficialista.
El alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien figura segundo en las preferencias según sondeos, indicó que la ausencia de Scioli “es confirmar que ellos tienen una actitud absolutamente autoritaria para ejercer el poder”.
“Fue un ejercicio positivo, lamento obviamente que el Frente para la Victoria haya decidido no ir. A la vez es coherente con la actitud que han tenido durante estos años de sentir que ellos son los dueños de la verdad y del Estado”, criticó el candidato por el frente Cambiemos en diálogo con radio Mitre.
En tanto Sergio Massa, un peronista disidente tercero en las encuestas, propuso en declaraciones a distintas radios que “es muy importante que antes del 25 de octubre haya otro debate. Démosle la posibilidad a Scioli de redimir el grave error que cometió ayer: hagamos un segundo debate y volvamos a invitarlo”.
Analistas políticos dijeron que la ausencia de Scioli no le resta votos debido a que en la sociedad argentina no está instalada una cultura del debate como en los vecinos Chile y Brasil, por ejemplo. No obstante, reconocieron que sí podría restarle entre el electorado que aún no ha definido su voto.
“Scioli tiene el voto cautivo del núcleo duro kirchnerista… en ese segmento no considero que pueda tener impacto su ausencia”, comentó Celia Kleiman, directora de consultora Polldata. “A priori no parece que vaya a tener incidencia en el voto”.
Un día después del histórico debate tampoco hubo coincidencias sobre qué candidato ganó la contienda.
“Fue demasiando cordial como ejemplo de convivencia que no se suele encontrar en un debate… Faltó la cosa picante”, opinó Kleiman.