Los ejercicios militares que se realizarán entre el 14 y 27 de abril incluyen el lanzamiento de misiles “Rapier” desde el archipiélago que los británicos denominan Falkland y por el cual ambos países libraron una guerra en 1982 en la que Argentina resultó derrotada.
Según dijo la cancillería de la nación sudamericana en un comunicado, esos misiles constituyen el mismo sistema de proyectiles “que utilizan y utilizaron las fuerzas británicas en diferentes escenarios bélicos”.
“Esta acción se inscribe en un patrón de conducta denunciado por la señora presidenta de la nación… conforme al cual se repiten las provocaciones y actos hostiles hacia la Argentina de una potencia nuclear extracontinental (sic)”, afirmó el comunicado. Cristina Fernández acusó al gobierno británico el 2 de abril, cuando se celebró un nuevo aniversario del inicio de la guerra, de instalar en las Islas Malvinas la mayor base militar en el Atlántico Sur.
El vicecanciller Eduardo Zuain convocó al embajador británico en Buenos Aires John Freeman para entregarle “una nota de enérgica protesta frente a esta nueva exhibición de fuerza belicista en una zona de paz, como lo es el Atlántico Sur”.
La cancillería británica señaló a su vez en una declaración enviada a The Associated Press por correo electrónico que las pruebas con misiles “son ejercicios de rutina que tienen lugar aproximadamente dos veces por año desde hace muchos años” y que el Ministerio de Defensa británico “siempre implementó todas las medidas de seguridad necesarias”.
Asimismo, la autoridad británica afirmó que la denuncia “de que estamos militarizando el Atlántico Sur es absolutamente falsa” e indicó que la cifra de efectivos ingleses en las islas se redujo “a la cantidad mínima necesaria para defender las islas”.
“La insinuación argentina de que el Reino Unido está tratando de amenazar militarmente ya sea a la propia Argentina o a la región en su conjunto carece totalmente de fundamento, al igual que la insinuación de que desplegamos armas nucleares en la región”, sostuvo el comunicado remitido a AP.
Según la cancillería argentina, el ejercicio militar es “una nueva muestra” de que el Reino Unido “hace caso omiso” a las resoluciones de las Naciones Unidas que llaman a ambas partes a reanudar las negociaciones de soberanía y a “abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras persista la controversia”.
Respecto de los misiles incluidos en las pruebas, la autoridad británica señaló que son de “corto alcance superficie-aire” diseñados para proveer una defensa antiaérea en un área de proximidad inmediata a las Malvinas. “No hay riesgo de que caigan fuera de las aguas de las Falkland”, sostuvo.
Argentina hizo responsable al Reino Unido de cualquier daño derivado de estos ejercicios y advirtió que ha avisado de los programados ejercicios al secretario general de las Naciones Unidas, a la Organización Marítima Internacional, la Unión de Naciones Suramericanas, la Organización de Estados Americanos y varios organismos regionales.
Las Malvinas y otros archipiélagos en disputa en el Atlántico sur “constituyen una pieza fundamental del esquema estratégico británico de naturaleza y alcance globales”, sostuvo además la cancillería argentina.