Durante la primera sesión, celebrado en el Instituto de Suboficiales de la Policía de El Cairo, cerca de la cárcel de Tora, los magistrados sólo leyeron a los acusados los cargos que pesan en su contra y anunciaron que las pruebas se examinarían en la próxima audiencia, el 5 de marzo.
El reportero australiano Peter Greste; los productores Baher Mohamed y Mohamed Fahmy, y Abduallah Al-Shamy, así como otros 16 trabajadores egipcios de la cadena qatarí, están acusados de terrorismo y la difusión de informaciones falsas, que atentan contra la seguridad.
Los 20 trabajadores de Al Yazira también están acusados de delitos de incitación contra el pueblo egipcio y de la difusión de noticias falsas para hacer creer en el extranjero que existe una guerra civil en Egipto y el colapso del Estado, según la Fiscalía General de Egipto.
A la sesión de este jueves, sólo estuvieron presente ocho del grupo de 20 acusados, entre ellos Greste, jefe de la oficina de Al Yazira en El Cairo y ex corresponsal de la cadena estadunidense CNN y la BBC de Londres, según un reporte de la televisora árabe.
En su reporte informativo, el director general de Al Yazira en inglés, Al Anstey, expresó su decepción por el aplazamiento del juicio y porque los trabajadores no hayan sido liberados, pese a que no hay pruebas en su contra.
“Estamos profundamente decepcionados de que Mohamed Fahmy, Peter Greste, y Baher Mohamed no fueron liberados de prisión. Los cargos en contra de nuestro personal son infundados, inaceptables y totalmente injustificados”, destacó Anstey.
Aseguró que lo que está pasando en Egipto en estos momentos es un ensayo periodístico en sí, lo que es fundamental que nos mantengamos firmes en pedir la libertad de expresión, el derecho a que la gente sepa, y por la liberación inmediata de los periodistas de Al Yazira.
Desde la detención de los periodista en diciembre pasado, organizaciones de periodistas en todo el mundo ha exigido su liberación, y rechazado las acusaciones de que tienen vínculos con la Hermandad Musulmana, el ex partido del depuesto presidente Mohammed Mursi.
“Los periodistas no deberían tener que arriesgarse a pasar años en una prisión egipcia por hacer su trabajo”, afirmó Joe Stork , director adjunto Human Rights Watch para Medio Oriente, en un comunicado.
Los periodistas fueron detenido el 29 de diciembre pasado, después de que el Ministerio del Interior los acusó de trabajar ilegalmente en Egipto y de retransmitir ilegalmente, sin permiso de las autoridades, desde un hotel de El Cairo.
De acuerdo con la denuncia penal, Fahmy es considerado miembro de los Hermanos Musulmanes, que ha sido clasificada como terrorista, y creador de una red de medios de comunicación para producir noticias que empañan la reputación de Egipto en el exterior.
De ser declarados culpables los periodistas extranjeros y los colaboradores egipcios de la televisora satélital podrían ser condenados a pasar entre 15 y 25 años de prisión e incluso con la posibilidad de recibir la pena de muerte,