Un análisis publicado en el boletín semanal de Focus del Banco Central prevé que la economía brasileña enfrentará en 2015 y 2016 su peor recesión desde 1930, con dos años de acentuada caída del Producto Interno Bruto (PIB) que podría desembocar en un período de estancamiento o crecimiento insignificante. Para el 2015 se prevé una caída del PIB de entre 2.8 y 3.5% y para el 2016 de 2.0%.
El empeoramiento de las previsiones se debe a los datos negativos –sobre todo procedentes de la industria y del consumo- que acumula Brasil en el segundo semestre, mientras el desempleo alcanza ya el 8.7% y crece con fuerza sobre todo en las grandes ciudades del país y entre los más jóvenes.
Se prevé que la inflación se del 9.91%, y en el próximo año ésta debería situarse en 6.29%.
De esta forma la economía brasileña acumula ya dieciséis rebajas consecutivas de las previsiones de crecimientos de los expertos, lo que refleja el clima de pesimismo frente a una desaceleración económica que se ha visto gravemente empeorada por la crisis política y la caída de los precios de las materias primas a nivel internacional.