Londres, 13 Oct (Notimex).- Los desplazamientos forzosos de la población y las demoliciones de casas llevadas a cabo por las milicias kurdas en las áreas que controlan en el norte de Siria constituyen crímenes de guerra, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).
En su informe titulado No tenemos dónde ir: desplazamiento forzoso y demoliciones en el norte de Siria, AI reveló abusos alarmantes que incluyen el desplazamiento deliberado de miles de civiles y la destrucción de localidades en áreas bajo el control kurdo.
Un equipo de investigadores enviado a 14 ciudades y localidades en el norte de Siria descubrió una ola de desplazamientos forzosos y demoliciones de pueblos enteros llevados a cabo por la Administración Autónoma kurda, liderada por el Partido de la Unión Democrática (PYD).
El motivo de estas acciones suelen ser a menudo las supuestas simpatías o vínculos de los residentes con miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) u otras organizaciones armadas.
Las Unidades de Protección Popular (YPG), milicia adscrita al PYD, han arrebatado al EI grandes extensiones de terreno en lo que va de año, gracias a la ayuda de los bombardeos de la coalición internacional, dirigida por Estados Unidos.
Sin embargo, según AI, han aprovechado este hecho para saldar viejas cuentas, expulsando de su territorio a poblaciones que no están dispuestas a someterse a su control o sobre las que recaen meras sospechas de simpatizar con otros grupos.
Indicó que las destrucciones no son consecuencia de los combates contra los yihadistas sino de una campaña deliberada y coordinada de castigo colectivo de los habitantes de pueblos controlados antes por EI o sospechosos de albergar a seguidores del EI.
Imágenes de satélite examinadas por AI muestran que el pueblo de Huseiniya, en Al Hasaka (noreste) fue destruido en un 94 por ciento entre junio de 2014 y junio de 2015, pues sólo 14 de 225 casas quedaron en pie.
Combatientes kurdos sirios nos sacaron de nuestras casas y empezaron a quemarlas, trajeron excavadoras, destruyeron las casas una detrás de otra hasta acabar con todo el pueblo, dijo un residente de Huseiniya citado por AI.
En otras localidades al sur de la ciudad de Suluk, algunos vecinos relataron que los milicianos de las YPG les acusaron de apoyar al EI y les amenazaron con matarlos si no se marchaban.
Según AI, las YPG han justificado el desplazamiento forzoso de civiles con el pretexto de que era necesario por la propia seguridad de los civiles o por necesidades militares.
AI, con sede en Londres, subrayó que la mayoría de civiles afectados por estas prácticas ilegales han sido árabes y turcomanos, aunque en algunos casos también hubo ciudadanos de la etnia kurda.